Manifestantes argentinos bloquean los pasos fronterizos con Uruguay
Manifestantes argentinos cortaron ayer completamente las fronteras con Uruguay en protesta por la construcción de una fábrica de pasta de celulosa en la parte uruguaya del límite fluvial entre ambos países, en un nuevo capítulo de la llamada guerra de las papeleras. Durante varias horas los tres únicos puentes que unen ambos países -Gualeguaychú, Colón y Concordia- permanecieron bloqueados en una jornada clave del verano austral, en la que miles de turistas, especialmente argentinos, se desplazan entre ambos países.
Mientras, el facilitador enviado del rey de España, el embajador Juan Antonio Yáñez, se encuentra en la zona tratando de sacar adelante un acuerdo entre Buenos Aires y Montevideo en un conflicto que cada día aparece más enrevesado. La mediación española, denominada oficialmente "facilitación", está comenzando a generar protestas, un peligro del que ya advirtieron numerosos analistas locales cuando, en la pasada cumbre iberoamericana de Montevideo, España ofreció sus buenos oficios para tratar de acercar posturas.
La semana pasada, el Tribunal de La Haya desestimó una demanda uruguaya contra los bloqueos fronterizos, señalando que no suponían un peligro para Uruguay.
La resolución fue interpretada como un triunfo por el Gobierno de Kirchner y también por las asambleas ciudadanas y ambientalistas que se oponen a la entrada en funcionamiento, prevista para finales de este año, de la fábrica propiedad de la firma finlandesa Botnia.
Uruguay propone inspecciones conjuntas de técnicos de ambos países para vigilar que la fábrica -que supone una de las mayores inversiones privadas en la historia del país- no contamine, pero los asambleístas argentinos rechazan esta posibilidad y exigen la relocalización de la factoría, tal y como ya ha aceptado la empresa española Ence, quien también se dispone a construir una papelera en Uruguay. Las obras de la fábrica finlandesa, que ocupan 60 hectáreas de terreno, ya están muy avanzadas e incluso está previsto que en los próximos días comiencen a probarse algunos sistemas, lo que hace prácticamente inviable el traslado de las instalaciones a otro lugar.
La Asamblea de Ciudadanos de Gualeguaychú ha dirigido un escrito a Kirchner poniendo como condición indispensable a la reanudación del diálogo que propone el mediador español el desmantelamiento y traslado de Botnia. La Administración uruguaya subraya por su parte que sin el levantamiento de bloqueos -el de Gualeguaychú es permanente desde el pasado 20 de noviembre- no habrá diálogo posible. Éste es el nudo gordiano que Yáñez trata ahora de desatar.
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