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Un militante de Hamás muere en un tiroteo pese al alto el fuego

El número de veces que los milicianos palestinos han roto las diversas treguas en sus luchas internas empieza a acercarse al número de muertos en dichos enfrentamientos. El último acuerdo de alto el fuego, que entró en vigor en la madrugada del lunes, se mantuvo apenas 10 horas, y las frágiles esperanzas se diluyeron con un tiroteo en Jan Yunis, al sur de Gaza, que provocó la muerte de un militante del grupo integrista Hamás. Hussein al Shabasi fue la primera víctima de la enésima tregua, al ser abatido cuando salía de una mezquita.

Pese a este ataque, los dirigentes palestinos esperan que la actual tregua aguante más que las anteriores. Tampoco se cumplió a rajatabla la retirada total de milicianos de las calles, uno de los puntos clave del acuerdo que había anunciado el ministro de Exteriores, Mahmud al Zahar.

Dada la experiencia de los últimos dos meses y la explosiva inestabilidad, hay poca confianza en una tregua definitiva y todos sueñan en que, al menos, se mantenga la tensa calma. "Sólo un bombardeo masivo de Israel contra la franja de Gaza puede frenar los combates internos y unir de nuevo a los palestinos", decía ayer el periodista Fadi Abu Sada, recordando que siguen intactas las diferencias que separan a las dos facciones en litigio. La mejor prueba la dio ayer el presidente palestino y líder de Al Fatah, Mahmud Abbas, que tras reunirse con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, reiteró su exigencia de desmantelar la fuerza policial creada por el Gobierno de Hamás. "Es ilegal e ilegítima. Para crear una fuerza de seguridad se requiere una ley y ésta no ha sido aprobada", justificó.

El presidente palestino reconoció "sentirse mal" por los últimos choques internos y condenó el atentado suicida en Eilat, al sur de Israel. Ayer, el ministro israelí de Defensa, el laborista Amir Peretz, visitó la panadería que eligió el palestino de la Yihad Islámica para inmolarse y advirtió: "Perseguiremos a los terroristas que han matado aquí a tres israelíes".

Unión de facciones

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, ordenó ayer a los responsables de seguridad mantener la tregua en la franja de Gaza, pactada con Abbas el 26 de noviembre. Es consciente de que una amplia operación militar uniría a las facciones palestinas, ahora en encarnecida lucha. Israel no considera el ataque de ayer contra un túnel de contrabando que comunica con la franja de Gaza como una represalia al atentado. Aunque sin éste, probablemente no hubieran bombardeado dicho túnel.

Antes de abandonar Eilat, un ciudadano increpó a Peretz: "¡Menudo ministro de Defensa está hecho usted!". Pero el golpe más bajo lo sufrió al leer ayer la carta de 54 generales (en la reserva) que exigen su dimisión. El documento fue entregado a Olmert y tiene la firma entre otros del ex jefe de los servicios secretos (Mosad), Shabtai Shavit, y del general Amram Mitzna (ex líder laborista). "Es vital colocar al frente de la seguridad al más experto", reza el comunicado.

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