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El conflicto de Irak

Un grupo disidente planeaba matar a los líderes chiíes en Nayaf

EE UU emplea tanques y aviones en una batalla en la ciudad santa

La milicia a la que se enfrentaron fuerzas estadounidenses e iraquíes en Nayaf pertenecía a un grupo disidente chií que pretendía asaltar la ciudad santa y matar a los principales ayatolás, entre ellos, al líder espiritual Alí al Sistani. Durante la batalla, en la que murieron al menos 300 milicianos y se tomaron cientos de prisioneros, EE UU empleó tanques y aviones. Los combates se prolongaron hasta el alba.

Dos soldados de Estados Unidos murieron cuando fue derribado su helicóptero en los combates con la milicia que se llama a sí misma Soldados del Cielo y que planeaba aprovechar la fiesta chií de la Achura para provocar la matanza.

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Abdul Husein Abtan, el vicegobernador de Nayaf, aseguró a la televisión iraquí, desde el campo de batalla, que se encontraba junto al cadáver del dirigente de la milicia, que aseguraba ser el Mahdi, el desaparecido líder espiritual de los chiíes, cuya religión sostiene que algún día volverá para traer la justicia. "Detrás de mí hay cientos de prisioneros. Y también hay cientos de muertos", señaló Abtan.

Nayaf alberga uno de los santuarios más sagrados del chiismo y a sus más importantes clérigos, incluyendo al gran ayatolá Alí al Sistani. La seguridad en todo el país, y especialmente en el sur, había sido reforzada durante el fin de semana con motivo de la Achura. En esta fiesta, cientos de miles de peregrinos chiíes viajan a Kerbala y también realizan procesiones en Nayaf.

El gobernador de la provincia, Asad Abu Galal, aseguró que la milicia tenía como objetivo "destruir a la comunidad chií, matar a los grandes ayatolás y ocupar las mezquitas". Fuentes oficiales describieron a la milicia como "una organización ideológica militar con una gran experiencia" y aseguró que sus líderes provenían de fuera de Irak.

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El vicegobernador señaló que había logrado convencer a sus seguidores de que el Mahdi había reaparecido. También señaló que el grupo tenía en sus filas a extranjeros y que estaba formado tanto por chiíes como por suníes. "Actuaban bajo eslóganes chiíes, pero la capacidad que tenían para la batalla no era desde luego local", dijo el dirigente regional. "Están muy bien equipados e incluso tienen misiles tierra-aire", agregó.

El origen de la milicia no estaba claro anoche: algunas fuentes señalaron que se trataba de un grupo de culto apocalíptico, mientras que otras fuentes indicaron que se trataba de un grupo disidente que Sadam Husein ayudó a fundar en los noventa para dividir a los chiíes.

Fortísimas explosiones

Un corresponsal de la agencia Reuters que fue testigo de la batalla dijo que vio carros de combate estadounidenses y escuchó fortísimas explosiones durante la noche. Un oficial del Ejército iraquí le indicó que EE UU había utilizado cazabombarderos F-16 durante la batalla, en la que participaron unos mil milicianos.

Los combates en Nayaf no fueron, ni de lejos, la única violencia que ayer padeció Irak. En Bagdad fueron encontrados 54 cadáveres, muchos de ellos con signos de tortura. Al menos 5 niñas murieron y 20 resultaron heridas cuando fue atacado con morteros un colegio en un barrio suní, mientras que 15 iraquíes murieron y más de 50 resultaron heridos por la explosión de dos coches bomba, uno en una zona suní y otro en un distrito de mayoría chií.

Por otra parte, el Gobierno de Irán quiere aumentar su presencia militar y económica en Irak, aseguró el embajador iraní en Bagdad, Hasan Kazemi, en una entrevista que publicó ayer The New York Times, informa la agencia Efe. Kazemi indicó que Irán está preparado para ofrecer entrenamiento militar a las tropas iraquíes e hizo hincapié en los estrechos vínculos económicos existentes entre los dos países, al asegurar que Irán abrirá un banco en Bagdad.

Peregrinos chiíes, en la mezquita del imán Husein en Kerbala.
Peregrinos chiíes, en la mezquita del imán Husein en Kerbala.REUTERS

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