La fábrica incansable

Anoche, al cierre de esta edición, el hexagonal final del Campeonato Sudamericano Sub-20 disputado en Paraguay apuraba sus últimos minutos, con las clasificaciones para el Mundial de la categoría (los cuatro primeros) y los Juegos Olímpicos de Pekín (los dos primeros) aún en el aire. Pero las nueve jornadas ya disputadas permiten, aun a falta de conocer el héroe del último día, apuntar los nombres a tener en cuenta en el futuro inmediato del fútbol. De atrás hacia delante, estos son.

- Martín Cáceres (Uruguay). El mejor defensa del campeonato. Cuentan que Sandro Rosell, el ex vicepresidente del Barça, de vacaciones en Punta del Este, quedó impactado por el manejo del tiempo y el espacio de un central al estilo del valencianista Roberto Fabián Ayala. Porque además de ser rápido, intuitivo y valiente, el chico que viste la casaca del Defensor Sporting de su país, va muy bien de cabeza en las dos áreas. En el último torneo uruguayo le marcó un gol a Peñarol y dos a Nacional de esa manera.

- Ever Banega (Argentina). Mauricio Macri, presidente del Boca, dijo hace algunas semanas que "el mejor fichaje de la temporada está en la cantera". Se refería a este rosarino a quien todos señalan como "el sucesor de Gago". Tal vez menos elegante que este, Banega fue lo mejor que enseñaron los albicelestes en Paraguay, porque demostró que puede jugar en cualquier sector del centro del campo con idéntica eficacia. Buen recuperador, mejor distribuidor, con dinámica y llegada, habrá que esperar, pero quizás Macri tenga razón. El Real Madrid se aseguró una prioridad sobre su pase.

- Lucas Leiva (Brasil). Desde que hace algunos meses el Atlético de Madrid tomó la delantera para adquirir el pase del sobrino del histórico Leivinha, se sabía de las virtudes de este centrocampista que alguien definió como "el Toninho Cerezo del siglo XXI". Centrocampista de gran recorrido, de buena técnica y excelente llegada al área rival, fue el más regular de su selección, "una maquinita, sin duda el mejor de su equipo", según Hugo Tocalli, el entrenador argentino.

- Juan Pablo Pino (Colombia). Tal vez, el jugador más habilidoso del torneo, pero también el más irregular. Sólo por la jugada en la que fabricó el segundo gol de los suyos frente a Argentina en la primera fase (se puede ver en youtube.com) merece una mención. Su pase al Udinese, concretado en mitad del campeonato, lo "alejó" mentalmente de Paraguay, y su oscurecimiento arrastró a su equipo hacia la eliminación.

- Alexandre Pato (Brasil). Conocido en España desde el Mundialito de Japón, donde jugó para el Internacional de Porto Alegre, ya es la gran promesa del fútbol brasileño, y en Paraguay no hizo más que rubricarlo, pese a tener sólo 17 años y ser el segundo jugador más joven del torneo. Mezcla de técnica, potencia y velocidad reúne todas las características para convertirse en gran estrella. Iarley, su compañero en el Inter gaúcho, dijo que le recordaba al Ronaldo de sus primeros tiempos en el Cruzeiro. Pero Alexandre tiene algo que nunca fue una virtud del ex del Real Madrid: es un gran asistente, además de goleador. Su pase ya cuesta 20 millones de euros.

- Edison Cavani (Uruguay). A primera vista parece uno de esos delanteros centro potentes pero torpones, esforzados pe-ro poco lucidos. Sin embargo, las apariencias engañan. El chico del Danubio de Montevideo, pichichi del último torneo uruguayo (y de este Sudamericano, salvo sorpresa final), es mucho más que eso. Certero definidor, sobre todo si remata con la derecha o de cabeza, sabe tirarse a las bandas, partici-par en la circulación del balón y hasta ayudar en defensa, es decir, un 9 de toda la vida con dinámica moderna. El Juventus aparece en su horizonte inmediato.