España reúne a los 18 países que ratificaron la Constitución europea
La reunión de hoy en Madrid tiene como objetivo "hacer visible el 'sí"
Los 18 Estados que han ratificado la Constitución Europea se reunirán hoy en Madrid con el objetivo de "hacer más visible el sí", siguiendo una iniciativa del Gobierno español. Se trata igualmente de dar soporte al plan de Angela Merkel, canciller de Alemania, que ostenta la presidencia de turno de la Unión Europea durante el primer semestre de este año. En ese sentido, se pretende dejar claro qué Constitución quieren los reunidos.
Merkel anunció recientemente en el Parlamento Europeo en Estrasburgo que el proceso para resolver la crisis constitucional que registra la Unión Europea, tras el no de Francia y Holanda en 2005, debería estar resuelto antes de las elecciones europeas en la primera mitad de 2009.
La reunión de Madrid será inaugurada por el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y será presidida por el secretario de Estado para la Unión Europea, Alberto Navarro. Los 18 estarán representados a nivel de secretario de Estado de Asuntos Europeos o de ministro, si existe dicha cartera, salvo Alemania, que enviará a un representante inferior. La diplomacia española se muestra, sin embargo, segura del apoyo alemán a esta iniciativa y explica el descenso del nivel representativo por el hecho de que el secretario de Estado germano es precisamente el encargado de coordinar las consultas sobre la Constitución entre los 27, y debe, por ello, mantener la neutralidad.
Asistirán también los portavoces de los grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados y los eurodiputados españoles el socialista Carlos Carnero y el popular Íñigo Méndez de Vigo, que participaron en la Convención Europea, que sentó los fundamentos del Tratado Constitucional.
Con esta iniciativa, las autoridades españolas quieren "contrarrestar la influencia del no, que durante los dos últimos años ha estado dominando el debate político europeo en este campo", precisó Carnero. La Constitución Europea fue firmada por todos los países en 2004, pero sólo ha sido ratificada por 18 de los 27 Estados miembros de la UE. Además de los rechazos de Francia y Holanda, los siete Estados miembros restantes (Reino Unido, República Checa, Polonia, Irlanda, Dinamarca, Suecia y Portugal) han abandonado sus planes de ratificación del texto actual ante la certeza de que será modificado.
La posición de estos países no es la misma en todos los casos. Así, mientras el Reino Unido, Polonia y la República Checa militan de manera inflexible contra el texto actual que firmaron en Roma hace menos de tres años, otros dos países, Irlanda y Portugal, asistirán a la reunión de Madrid. Suecia y Dinamarca se han declarado amigos de la Constitución.
El lema de la República Checa y Polonia es "Niza o muerte", y expresa su determinación de no aceptar más que el modesto tratado del año 2000. El lema de la reunión de Madrid es "por una Europa mejor", propuesta que, en opinión de los organizadores, debería ser aceptada por los 27.
Que los del 'no' se aclaren
Madrid considera que su deseo sería la aprobación del texto que han ratificado los españoles a través de un referéndum, pero que en el caso de que fuera necesario introducir modificaciones, es necesario conservar los aspectos sustanciales, "la columna vertebral" del Tratado Constitucional.
En relación a las posibles modificaciones para facilitar el acuerdo de los nueve países que no los han ratificado, Alberto Navarro ha especificado que la posición del Gobierno español es que "la mejora del Tratado debe producirse añadiendo cosas, pero no quitándolas".
Los países que han ratificado el Tratado aseguran que la Constitución es también un instrumento para solucionar los desafíos que tiene la Unión Europea, como la ampliación a nuevos Estados miembros, la necesidad de una política energética común, la inmigración y el cambio climático.
Un segundo objetivo de la reunión de hoy es pedir a los países del no que aclaren qué modelo de Europa quieren. En ese sentido, cuando se convocó la conferencia de Madrid, el pasado diciembre, se anunció que habría una segunda edición en febrero a la que serían invitados los 27.
El Ministerio de Exteriores ha renunciado, sin embargo, a que se fije hoy esa cita, porque, según reconocen fuentes diplomáticas, causa un cierto malestar en Francia y Holanda, e incluso en la presidencia alemana, que no vería con buenos ojos que España convocara y presidiera una cumbre comunitaria sobre el tema principal de su mandato.
El panorama no es optimista. El comisario europeo Joaquín Almunia sostuvo ayer que, aunque el ideal sería mantener el texto actual, hay que asumir que habrá cambios, porque "tenemos los interlocutores que tenemos". Lo dijo durante la presentación en Madrid de un artículo de José Ignacio Torreblanca, responsable de temas europeos en el Instituto Elcano, que traza cuatro escenarios previsibles y concluye que el más probable es un "minitratado" limitado a los aspectos institucionales. "No valen soluciones minimalistas", advirtió Almunia.
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