Las insaciables multinacionales
Las grandes empresas apuestan por un consumo todavía mayor de petróleo y carbón
Las grandes compañías petroleras internacionales, ExxonMobil y Royal Dutch Shell, prevén en sus planes estratégicos que el consumo de energía mundial crecerá un 50% en 2030 y será satisfecho en un 80 % por combustibles fósiles (petróleo, gas natural y carbón). El secretario de Energía de Estados Unidos, Samuel W. Boldman, vaticinó que la energía nuclear y el carbón cubrirán en los próximos años la demanda de electricidad en su país, y abrió grandes expectativas en la nueva ley de hidrocarburos que el Gobierno iraquí esta debatiendo, según la cual habrá una fuerte participación extranjera en la extracción de petróleo.
Boldman aseguró que la apuesta del presidente estadounidense, George W. Bush, por energías alternativas como el etanol va en serio. Quizá quien más expectativas había despertado antes del coloquio titulado Energía 2007: La nueva era de petropolítica, era Alexander Medvedev, vicepresidente del potente coloso energético ruso Gazprom. La idea de que Rusia está explotando el miedo, especialmente de los mercados europeos, a la ruptura de los suministros de petróleo y gas para mejorar su posición comparativa internacional, la abordó Medvedev directamente. "Quiero disipar la impresión dominante de que Gazprom debe ser temida. La compañía, por el contrario, debe ser vista como un garante de una seguridad competitiva en el suministro", señaló.
El consumo de energía mundial crecerá un 50% en 2030
El vicepresidente se preguntó cómo se podía desconfiar de una compañía que cotiza en la Bolsa de Londres y en la que inversores extranjeros, después de un debate que duró diez años en Rusia, han podido comprar paquetes importantes de acciones. Junto con el cambio climático, el petróleo es el gran asunto de este encuentro en Davos. Según un estudio de la consultora PriceWaterhouse Coopers, la llamada "petropolítica" ha ganado otra vez la misma preeminencia que tenía en 1973, cuando el embargo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) provocó la primera crisis del petróleo y subrayó la importancia del crudo. "Hoy los puntos críticos son diferentes y las respuestas deben ser diferentes", señala.
Uno de los elementos nuevos es, precisamente, la importancia de Rusia como productor mundial de petróleo y gas, una fuente energética tan vital hoy como el petróleo, a diferencia de en los años setenta del siglo pasado. Mientras la Unión Europea no oculta su temor ante la dependencia de Rusia -tras el aldabonazo del corte de suministro de gas a Europa a través de Ucrania a primeros de 2006-, Estados Unidos mantiene los pilares básicos de su política energética, más allá de los cambios mínimos introducidos por el presidente Bush en su discurso sobre el Estado de la Unión, el pasado martes.
"EE UU es el principal importador de petróleo del mundo y tiene una gran influencia en los mercados. En el exterior, es una nación que ha mostrado su disposición a proyectar su poder para proteger su acceso al petróleo y al gas, particularmente en sus relaciones con el Oriente Próximo, el Norte de África y Asia Central", señala el estudio de PriceWaterhouseCoopers.
Ayer, al analizar la situación de la industria petrolera iraquí, Boldman, señaló que la Administración Bush tiene grandes expectativas en la próxima ley de hidrocarburos de Irak. "Nos hemos reunido en nuestras oficinas con empresas multinacionales de Estados Unidos y de otros países para analizar la situación. Todo indica que la ley será muy favorable para reiniciar la exploración y producción de crudo, pero es necesario saber si sera el Estado iraquí o las regiones quienes van a mandar", explicó Boldman.
Por su parte, el presidente de ExxonMobil expresó su convicción de que Irak podrá producir, en el marco de una seguridad y estabilidad políticas, más de cinco millones de barriles al día, contra dos millones en la actualidad. "Pero, claro, eso va a depender muchísimo de la superación del caos actual", dijo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.