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Entrevista:OSVALDO PUCCIO | Embajador de Chile en España

"Las democracias, por suerte, no tienen historia oficial"

El embajador chileno en España, Osvaldo Puccio (Santiago, 1952) acude hoy a la entrega de los primeros premios de la Fundación Ramón Rubial.

Pregunta. Recoge el galardón a la presidenta chilena, Michelle Bachelet por su defensa de la Democracia y la Libertad.

Respuesta. Es una gran distinción por lo que significa Ramón Rubial en la historia de España. Lo que fue el poeta Neruda en la España de la Guerra Civil, lo fue el exilio y la emigración española en Chile. La generación de la presidenta creció cantando las canciones de la Guerra Civil española. Y luego está el proceso de transición español, no tanto como modelo, sino como referente constante. El premio es un momento más de cercanía, pero también el reconocimiento de un proceso exitoso de cambio y ampliación de las libertades en Chile.

"El premio de la Fundación Ramón Rubial a Bachelet es el reconocimiento de un proceso exitoso de ampliación de las libertades en Chile"
"Los más importantes responsables de la represión, Pinochet incluido, han sido encausados en democracia y otros están en prisión"

P. Y, además, a la primera presidenta mujer chilena, elegida con 300.000 votos de diferencia.

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R. La misma figura de la presidenta, el hecho de que más del 50% haya apoyado a una mujer con su historia: socialista, médico, perseguida durante la dictadura, que su padre fue un oficial democrático leal al presidente Salvador Allende y que murió en plena dictadura por los malos tratos. Ella en sí misma encarna nuestra propia historia reciente. Pero al mismo tiempo es la apertura y la democratización de la propia sociedad chilena.

P. Incluso hace su propia transición: después de haber sido torturada, de ir al exilio, prefiere defender la pluralidad como un valor y cultivar la reconciliación.

R. Es la transición que ha hecho Chile. Nosotros somos la generación que vivió conscientemente la ruptura de la democracia y sus consecuencias en Chile, pero que no tuvo protagonismo en esa ruptura. Bachelet habla de reencuentro. De los casi 200 años de independencia, Chile sólo ha vivido sin instituciones democráticas 25. Y de ellos, 17 corren por cuenta de Pinochet. Por eso tiene tanta fuerza la idea del pluralismo, de espacios para todos. Y podemos estar orgullosos de haber hecho una transición pacífica, cuyo contenido ha sido la defensa de los derechos humanos. La verdad de lo que sucedió en la dictadura fue un elemento central de los últimos gobiernos democráticos. Y no hay un solo grupo castigado, ofendido o denigrado que no haya tenido algún tipo de reparación, aunque haya sido simbólica, por el Estado. Los más importantes responsables de la represión, Pinochet incluido, han sido encausados en democracia y otros están en prisión.

P. Tal vez la guinda de esa transición fue la respuesta del Gobierno ante el fallecimiento del dictador Pinochet

R. Pinochet siempre ha sido una figura que divide y polariza el país. El Gobierno actuó correctamente, se le rindieron los honores que le correspondían como ex comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. No hay que olvidar que el propio Allende le designó para ese cargo. Y tanto el Gobierno, como las Fuerzas Armadas, dentro de las condiciones que ha tenido la transición, mantuvieron una conducta digna, prudente y de cuidado de la dignidad del Estado y de las víctimas. Hay una parte significativa del país que en algún momento se identificó con el régimen y otra parte importante que sigue identificándose con Pinochet.

P. La presidenta ha dicho alguna vez que "las ideas del pasado se curan con más verdad".

R. Hoy en día es muy difícil que alguien diga en Chile que ignora la verdad de lo que pasó. Los nombres de las víctimas, asesinados, desaparecidos y torturados son reconocidos oficialmente por el Estado. La verdad es un elemento central de la justicia y la justicia es el fundamento de la construcción democrática de un país sin traumas. Eso no quiere decir que construyamos una historia oficial, las democracias, por su suerte, no tienen historia oficial. Es muy sano que haya visiones distintas, pero lo que la historia no va a decir nunca es que durante la etapa de Pinochet no se torturó, no se asesinó, no hubo exiliados o injusticias atroces.

P. En el nuevo puzzle de gobiernos de izquierda o neopopulistas en America Latina, ¿dónde se inserta Michelle Bachelet?

R. En América Latina, todos los gobiernos cumplen las normas básicas de la democracia. Hace 20 años no era así. Son gobiernos elegidos por la mayoría del pueblo. No hay nada que objetar, y cada país sabe lo que necesita para su propio desarrollo. Nuestra tarea es resolver los problemas comunes de la región: pobreza, carencias de infraestructuras, distribución de la riqueza. Y habrá matices, visiones distintas, incluso con gobiernos conservadores, pero con todos ellos estamos llamados a relacionarnos.

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