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El Gobierno retrasa la convocatoria del Pacto Antiterrorista para evitar un fracaso rotundo

Rajoy pide la dimisión de Rubalcaba y "no descarta" presentar una moción de censura

El Gobierno ha decidido retrasar la convocatoria del Pacto Antiterrorista con el PP con la intención de evitar un fracaso rotundo y buscar un acuerdo de mínimos. Las posiciones son antagónicas. Mariano Rajoy afirma que el desacuerdo es de fondo, porque los socialistas no quieren ilegalizar a EHAK, por ejemplo. El PSOE estima que ese asunto es materia de jueces, aunque está dispuesto a discutirlo en privado. Rajoy, además, pide la dimisión del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, por la manifestación de los guardias civiles del pasado sábado y no descarta una moción de censura contra Zapatero.

La anunciada reunión de la Comisión de Seguimiento del Pacto Antiterrorista no tiene aún fecha ante el desacuerdo radical con el que afrontan la política contra ETA el Gobierno y el PP. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quiere continuar manteniendo conversaciones discretas con el portavoz del PP, Eduardo Zaplana, con el objetivo de que cuando el Pacto se reúna haya alguna expectativa de acuerdo, aunque sea de mínimos. Eso requiere más conversaciones entre Rubalcaba y Zaplana. Pero esta preparación se cruzará con la segunda ronda de encuentros bilaterales que mantendrá el ministro con todos los grupos parlamentarios. Rubalcaba se comprometió a reunirse cada 15 días con los portavoces para "tratar de construir las bases de una nueva política antiterrorista".

El martes se celebrará la reunión, según informó ayer el portavoz del Grupo Socialista, Diego López Garrido. Ahí se verán las caras Zaplana y Rubalcaba, pero el encuentro no tiene nada que ver con el que se produzca cuando haya "garantías de que va a ser útil", es decir, el Pacto Antiterrorista.

La discrepancia quedó ayer muy clara en voz del líder del PP, Mariano Rajoy, que participó en un coloquio en el Foro Abc. Allí dedicó mucho tiempo a defenderse de quienes le han criticado por el tono duro empleado en el Congreso frente a Zapatero tras el atentado de ETA en Barajas y por no acudir a la manifestación contra la banda terrorista. Pero sobre todo insistió en la idea de que la diferencia con el PSOE en la lucha contra ETA es "de fondo, y no de talante". "El asunto importante no es si el PP va a una manifestación o no, si es duro o blando. El tema es si, como creo, el presidente sigue dispuesto a negociar con ETA. Por lo que deducimos, el diálogo va a seguir, el proceso va a continuar".

Rajoy respondió a esa idea de un acuerdo de mínimos que el PSOE está buscando para evitar que fracase la reunión del Pacto Antiterrorista y además poder incorporar al PNV. ¿Qué es ese pacto, qué contenidos tiene? Se preguntó en tono airado. "Ahora el amigo es [Josu Jon] Imaz, antes fue [Pasqual] Maragall, y luego ERC, e incluso [Arnaldo] Otegi, de quien Zapatero dijo que era un hombre de paz". [En realidad, Zapatero aseguró días después de la tregua que Otegi había hecho "un discurso por la paz"]. Además, Rajoy pidió la dimisión de Rubalcaba por gestionar mal la crisis de la desmilitarización de los guardias civiles, de manera que 3.000 de ellos acabaron manifestándose el pasado sábado en Madrid. "Todo surgió por una mentira, una promesa que no se cumplió. Debe dimitir", zanjó.

Apurado por el director de Abc, José Antonio Zarzalejos, Rajoy llegó a decir que no descarta presentar una moción de censura -"no conozco a nadie que se autolimite, es un mecanismo que está ahí"-, aunque dejó claro que no se ha tratado en ninguna reunión del PP ni está entre sus prioridades, sobre todo porque la perdería y quedaría en evidencia su minoría.

Rajoy mantuvo su tono de distancia absoluta con el presidente: "¿Por qué hubo una bomba? Porque ETA pensó que Zapatero no había cumplido lo suficiente. Cuando negocias con terroristas, pueden ponerte una bomba si no cumples. Por eso nadie lo hace. ETA dice que había compromisos incumplidos. No lo sé, pero el Gobierno debería decir que es mentira, porque si no, alguien puede no creerle".

Guerra en Valencia

Rajoy tuvo una respuesta polémica al ser preguntado por la guerra en la Comunidad Valenciana entre los partidarios de Francisco Camps, presidente autonómico, y los de Eduardo Zaplana, que controlan Alicante, para hacerse con el poder en la Caja de Ahorros del Mediterráneo. Fuentes de la Generalitat insisten en que Zaplana hizo un pacto con el PSOE para dejar fuera a la gente de Camps.

"Mi partido puede pactar con otros. Pero una parte de mi partido no puede pactar con otro en contra de otra parte. Mientras yo sea presidente del PP, eso no puede pasar. Ese asunto se va a resolver ya", zanjó. ¿Usted apoya al candidato de Camps?, le preguntaron. "Por supuesto", respondió.

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