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Los músicos de la Sinfónica de Euskadi hacen su primera huelga para pedir mejoras salariales

El paro de la orquesta obligó a suspender el concierto programado en San Sebastián

"Desde hace unos años existe un malestar" entre los músicos de la Orquesta Sinfónica de Euskadi (OSE) por sus condiciones salariales, "pero ahora ese malestar se ha transformado en crisis", resaltó ayer el presidente del comité de empresa de la formación, Jean-Luc Casteret. Junto a la inmensa mayoría de sus compañeros, secundó una jornada de huelga con la que reivindicaron una subida de sueldo y su equiparación con el de otras orquestas. El paro obligó a la Sinfónica vasca a suspender el concierto programado en el Auditorio donostiarra del Kursaal.

"Los problemas salariales vienen de hace años, pero es la primera vez que la orquesta se une para intentar modificar esta situación", explicó ayer Casteret. Y lo hizo tras la concentración matutina que protagonizó junto a sus compañeros a las puertas del Kursaal, tras una pancarta en la que se podía leer Por un salario justo. Equiparación ya. Rondaban las 11.00, momento en el que el conjunto, que este año celebra sus bodas de plata, tendría que haber estado ensayando si no hubiese organizado el paro, que tuvo un seguimiento mayoritario. Los músicos repitieron la concentración por la tarde, a las 19.30, poco antes de la hora a la que estaba prevista su actuación.

El comité de empresa de la Sinfónica de Euskadi ya convocó tres jornadas de huelga en 2003. Los trabajadores criticaron entonces el retraso de la firma del convenio y pidieron una ampliación de plantilla. Pero, en realidad, el fondo de su protesta era la prueba de calidad que la empresa quería hacer a un violonchelista reincorporado a su puesto tras sufrir problemas de salud. Los músicos enmarcaron esa prueba en la crisis de relación que mantenían con la dirección, a la que acusaron de cometer "abusos".

Ahora, el paro de los trabajadores de la orquesta -95 músicos y diez empleados de administración- tiene como objetivo claro reivindicar una subida salarial, así como la equiparación de su remuneración con la de otras formaciones. Y es que los músicos de la Sinfónica vasca, entidad participada mayoritariamente por el Gobierno vasco, aseguran que son los que "proporcionalmente más trabajan y menos cobran". Su salario base neto, por 110 conciertos, asciende a 1.762 euros mensuales. El de un intérprete de la Banda Municipal de Bilbao, por ejemplo, es un 18% superior, pese a subir sólo 30 veces al escenario, según los datos aportados por el comité de empresa de la OSE.

Ante esta situación, los trabajadores de la Sinfónica de Euskadi vienen reclamando un incremento salarial en tres años del 24%. La dirección de la orquesta, que ayer tampoco se quiso pronunciar sobre la jornada de huelga, les ha ofrecido una prima para 2007 de 3.000 euros "a cambio de la paz laboral" durante el 25º aniversario de la formación, según sostiene el comité de empresa. El Gobierno vasco también declinó hacer comentario alguno.

Los músicos no han convocado de momento nuevos paros, aunque no los descartan. "Mantenemos la puerta abierta a la negociación", comentó Casteret, quien subrayó que "la llave" para resolver el conflicto la tiene el Ejecutivo. "Espero que los políticos se muevan, porque al final son ellos los que deciden", dijo.

Casteret y sus compañeros temen que, de continuar esta situación salarial, la calidad de la orquesta pueda resentirse. "Hay artistas jóvenes de muy buen nivel que podrían pensar en marcharse, al ver que, bien cerca, cobran más. ¿Por qué quedarse en una orquesta que no te valora?", se pregunta.

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