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Reportaje:CATALUÑA | Listas de espera quirúrgica

Un año de demora para una intervención leve

Un año para someterse a una intervención que no requiere ingreso hospitalario. Éste es el tiempo que ha aguardado Antonio Prieto, un quiosquero que reside en Cerdanyola del Vallès (Barcelona), para someterse a una operación en la sanidad pública.

Antonio perdió parte del globo ocular despúes de nacer. Desde hace muchos años lleva una pequeña prótesis en el ojo izquierdo que simula el iris y la retina que perdió. Además, es hipertenso, y por ello, tuvo problemas circulatorios en la parte trasera del párpado.

En noviembre de 2005, le sometieron a una intervención mediante un láser "que duró apenas cinco minutos" y que no requiere de ingreso. La inflamación desapareció, aunque volvió a producirse pocos días más tarde.

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"Hace un año, en enero de 2006, el oftalmólogo me dijo que tenía que volver a operarme de nuevo", explica. Tras meses de espera, la operación llegó este jueves, un año más tarde de la prescripción del especialista.

Durante todo este tiempo, este paciente ha tenido que convivir con el dolor. "Ha sido insoportable. El contacto de la prótesis con el párpado es continuo y el malestar no cesa". Pese a tomar calmantes, el dolor no disminuía. Finalmente, en otoño decidió ir sin la prótesis y ponerse un parche en el ojo por cuestiones estéticas. "Parecía un auténtico pirata".

Mientras tanto, Antonio se dirigió a muchas ventanillas. La respuesta siempre era la misma: estaba en lista de espera. "En marzo de 2006, me comunicaron que mi intervención se aplazaba por una huelga de conductores de ambulancias. En primavera, además, hubo en Cataluña siete días de huelga de médicos". Harto de esperar, Antonio se dirigió en otoño al defensor del paciente de su hospital. "Me dijo que tenía programada la visita con el oftalmólogo para marzo de 2007".

"No podía más, y denuncié mi caso públicamente", explica Antonio. Pocos días más tarde de que su caso apareciera en los periódicos, las autoridades sanitarias catalanas se pusieron en contacto con él y le dieron fecha y hora de visita. "Incluso me ofrecieron la posibilidad de operarme en la sanidad privada". Finalmente, Antonio fue intervenido el jueves pasado.

El caso de Antonio no es una excepción en la sanidad pública catalana, asegura Carme Sabaté, de la Coordinadora de Usuarios de la Sanidad. "Muchos pacientes no saben que existen entidades sin ánimo de lucro como la nuestra, que defienden sus derechos", explica.

Sabaté recuerda que el tiempo que tienen que esperarse los pacientes no es el mismo en todas las intervenciones quirúrgicas. "En las que son urgentes no hay demoras. Los problemas se producen en las intervenciones que no son urgentes, pero que empeoran la calidad de vida por las molestias que ocasionan".

El tiempo máximo de espera en 14 intervenciones quirúrgicas no urgentes y en algunas pruebas diagnósticas está garantizado por la Generalitat. Si se excede de esta cifra, las autoridades sanitarias catalanas tienen el compromiso de contactar con cada paciente y ofrecerle la posibilidad de ser intervenido en otro centro.

Desde el Departamento de Salud de la Generalitat recuerdan que muchos usuarios optan por seguir esperando porque que prefieren que les opere el especialista que les ha tratado siempre. Según Sabaté, "el problema está en aquellas patologías no urgentes que no cuentan con tiempo de garantía", explica.

Antonio Prieto, tras someterse el jueves a una operación
Antonio Prieto, tras someterse el jueves a una operaciónJORDI ROVIRALTA

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