La Xunta rechaza el Plan de Vigo por su crecimiento "insostenible y desordenado"

Casi siete años después de que echara a andar, el Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) de Vigo encajó ayer un torpedo en la línea de flotación, con la decisión de la Consellería de Política Territorial de devolver el documento al Ayuntamiento para subsanar "importantes deficiencias". El departamento que dirige María José Caride cuestiona desde la previsión de un crecimiento "insostenible" y "desordenado" de la ciudad hasta los criterios para la clasificación del suelo, pasando por la falta de garantías de dotación de servicios básicos en las zonas residenciales de nueva creación.

Caride marcó a media mañana de ayer el teléfono de la alcaldesa de Vigo, Corina Porro, para comunicarle una decisión que el ayuntamiento vigués esperaba con ansiedad desde hacía semanas: la resolución del informe definitivo de la Xunta sobre el Plan vigués. Ante los múltiples "problemas legales" detectados, la consellería opta por denegar la aprobación del planeamiento vigués. El ayuntamiento no tendrá que partir de cero, ya que la Xunta no suspende el Plan, pero la abundancia de objeciones obliga a una profunda revisión. Con posterioridad, el Pleno municipal volverá a someter el documento a aprobación provisional -con toda probabilidad, tras las elecciones municipales de mayo-, para que Política Territorial emita su informe definitivo en el plazo de tres meses.

En el mejor de los casos, el Plan General vigués estaría aprobado antes de que finalice el presente año, con lo que se cumpliría el compromiso adquirido por el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, de aprobar el PGOM en 2007. Pero cumplir ese plazo no será tarea fácil. "Si nos ponemos todos a trabajar, creemos que podemos llegar a aprobar el documento este mismo año", declaró la conselleira, que el próximo martes recibirá en su despacho a la alcaldesa de Vigo, del PP, y a las autoridades del urbanismo vigués.

La primera objeción de la consellería está relacionada con la propuesta de extensión de la ciudad, que considera "desmesurada e insostenible". Un "criterio básico" en la clasificación de suelos urbanos o urbanizables "debe ser el de la contención, aun a costa de la densidad", precisa el informe. El documento municipal ofrece una solución "probablemente adecuada" para el borde de la ciudad compacta, pero, fuera de él, plantea "una gran cantidad" de pequeñas extensiones de suelo urbanizable, "cuyas capacidades residenciales superan las que se puedan estimar como necesarias". Todo ello "no resulta congruente con los principios de sostenibilidad y utilización racional del suelo".

Consumo de suelo

Si el último Plan General de Vigo, de 1993, consumió unos siete millones de metros cuadrados de suelo, el que ahora propone el Ayuntamiento de Vigo prevé desarrollar 26,3 millones, según datos facilitados por la conselleira. El Plan estima necesario transformar más superficie de suelo urbanizable "que el que se puede someter a un desarrollo coherente", señala el informe, que critica que la memoria del PGOM establezca un horizonte de 25 años y una estrategia de actuación de 12 años, lo que constituye "un desajuste temporal".

Hay más. Respecto a las infraestructuras, por ejemplo, el planeamiento propuesto "no deja resueltas" las deficiencias de la red de saneamiento de aguas residuales, principalmente por falta de capacidad de depuración. Algo semejante ocurre con la red de abastecimiento de agua potable, pues el plan "no prevé" las actuaciones que garanticen el servicio a los consumidores actuales y futuros. Se dan igualmente "carencias en la estrategia de desarrollo", por lo que "no se garantiza un desarrollo ordenado, al no acompasar el ritmo de crecimiento de la ciudad con la ejecución de los sistemas generales".

Las 25 páginas de que consta el informe de la Dirección General de Urbanismo, que ayer mismo entró por registro en el Ayuntamiento de Vigo, ponen serios reparos a la clasificación del suelo propuesto por los redactores del Plan. "El PGOM tipifica como urbanos suelos que no reúnen las condiciones para serlo, y clasifica de forma distinta suelos que tienen las mismas características", denuncia el estudio de la consellería. El Plan destina a suelo urbano terrenos "sin contar con los servicios" necesarios y otros "colindantes con carreteras". También los hay que se recalifican sin estar "insertos en la malla urbana", en algunos casos ahora considerados protegidos. "Muchos de estos terrenos", añade la Xunta, "presentan características similares a otros a los que el Plan les otorga otras clasificaciones de suelo o incluso como suelo rústico protegido".

La conselleira recordó ayer que muchas de estas deficiencias ya figuraban en el informe que emitió Política Territorial tras la aprobación inicial del documento urbanístico, cuando estaba al frente de la consellería el ahora presidente del PP de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. En aquella ocasión, la Xunta formuló 175 objeciones, de las que, según Caride, 78 no se habían subsanado antes de la aprobación provisional, año y medio más tarde. En esta ocasión la Xunta no ha cuantificado las deficiencias. El PGOM, por lo demás, sigue pendiente de la decisión de la Consellería de Medio Ambiente sobre el procedimiento de evaluación ambiental y de corregir las carencias detectadas en los informes sectoriales vinculantes.