Críticas en la Eurocámara a la reunión de Madrid

La reunión que celebrarán en Madrid los 18 Estados que han aprobado la Constitución europea el próximo 26 de enero, viernes, despertó ayer ciertas cautelas por parte de algunos diputados en el pleno de la Eurocámara, lo que obligó a la canciller alemana a precisar la posición de la presidencia de la Unión.

El encuentro de Madrid ha sido promovido por los ministros de Exteriores de España y Luxemburgo, Miguel Ángel Moratinos y Jean Asselborn, respectivamente. Ambos países son los únicos que han ratificado la Constitución por referéndum. Moratinos y Asselborn, en un artículo publicado en varios periódicos europeos, manifestaron que "había que preservar los innegables avances contenidos en el Tratado".

El presidente del Grupo Confederal de Izquierda Unitaria, Francis Wurtz, se mostró contrario a la celebración de esta reunión. "Me parece", dijo Wurtz, "que es una iniciativa contraproducente, porque es como señalar las diferencias entre los buenos y malos alumnos", y, por tanto, una decisión que no contribuye al encuentro de la unidad.

Por su parte, el eurodiputado liberal, Andrew Duff, ponente de la iniciativa del Parlamento Europeo para reavivar la Constitución, manifestó su rechazo a la iniciativa de Madrid porque provocaba la división de Europa, e incluso la división entre los mismos 18 Estados que habían ratificado la Constitución. Duff pidió a la presidencia que desaconsejara esta iniciativa.

Merkel respondió a estas inquietudes señalando que había que estar abierto y ser respetuoso con todas las propuestas, pero señaló que el proyecto europeo era una cuestión de todos. En cualquier caso consideró que era inviable pensar que un grupo de 18 países pudiera avanzar por sí solo sin contar con los demás.