Merkel fija la Constitución como prioridad
La canciller alemana advierte que Europa sufrirá un "fracaso histórico" si no aprueba un texto en 2009
La canciller alemana, Angela Merkel, colmó ayer las expectativas de la mayoría de los eurodiputados al fijar como prioridad de su programa lograr un acuerdo sobre la Constitución europea. Merkel, que ayer se estrenó como presidenta de la Unión, fue contundente al afirmar que Europa incurrirá en "un fracaso histórico" si no completa el proceso constitucional "antes de las elecciones europeas en la primavera de 2009". Los mensajes concretos de la canciller tanto sobre la Constitución como sobre el modelo social, la energía y la política exterior, propiciaron un amplio debate en el Parlamento Eu-ropeo, en el que la mayoría de intervenciones respaldaron sus propuestas. No obstante se reclamó una mayor participación del Parlamento en todo el proceso.
El 25 de marzo la presidencia presentará la Declaración de Berlín
"Con las reglas actuales, ya sabemos que la UE no se puede ampliar más", dijo Merkel
Merkel quiso dar la máxima relevancia a su propuesta al presentar un programa, que abarca los próximos 18 meses, tras acordarlo con las próximas presidencias semestrales de la UE (Portugal y Eslovenia). El primer ministro portugués, José Sócrates, y su homólogo esloveno, Janez Jansa, anunciaron sus respectivos objetivos en materia de política exterior.
En un discurso seminal, dedicado a la defensa de los valores europeos, la canciller recurrió a Voltaire para reforzar "la tolerancia en Europa"; al ex presidente de la Comisión Jacques Delors para mostrar la necesidad "de dar un alma a Europa", y al escritor checo Karel Capck para comprender la realidad europea. Para Merkel, "tecnología, talento y tolerancia deben ser el eslogan de la Unión".
El proyecto de Constitución, que se encuentra atascado tras el no de franceses y holandeses en 2005, registró ayer un nuevo impulso, tras el compromiso de la dirigente alemana de trabajar para encontrar un acuerdo entre los 18 países que ya la han ratificado y los nueve que la han rechazado o pospuesto su ratificación. Precisamente ayer, la candidata socialista a la presidencia de Francia, Ségolène Royal, anunció su propósito de convocar un referéndum sobre 2009 si alcanza el poder. Royal considera que el nuevo texto debería incluir "un capítulo de derechos laborales y servicios públicos".
Merkel reiteró su compromiso de presentar las líneas maestras del proceso para reavivar la Constitución antes de junio. Aseguró: "Yo lucharé para que al final de la presidencia alemana haya una Hoja de Ruta para caminar con vistas al Tratado Constitucional". En su intervención fue desgranando varios mensajes sobre el texto y descartó algunas alternativas sobre el itinerario a seguir, lo que empezó a perfilar un escenario más concreto sobre el futuro del Tratado. Así, expresó la necesidad de un texto sencillo por sentido práctico. Sobre este aspecto advirtió: "Si tenemos una Constitución muy farragosa, no podremos enfrentarnos a los desafíos que tiene Europa, como una política exterior común, la energía, el cambio climático y la política de vecindad".
"Es en interés de Europa, de los Estados miembros y de los ciudadanos", dijo Merkel, "que precisamos que desde ahora hasta las próximas elecciones al Parlamento Europeo termine este proceso". Recordó que "con las reglas actuales, ya sabemos que la UE no se puede ampliar más". Sobre este punto subrayó la contradicción entre quienes son partidarios de la ampliación y al mismo tiempo rechazan la Constitución. En concreto lanzó una clara advertencia a Londres al señalar que "al Reino Unido le interesa también que se pueda dar una perspectiva europea a los Balcanes occidentales".
Sobre el sistema de ratificación de la Constitución descartó la posibilidad de un referéndum el mismo día en todos los Estados miembros. Recordó que "con independencia de que Alemania no podría participar en él, los países miembros son los dueños del Tratado y deben decidir su legitimación". También se mostró "escéptica" respecto a la convocatoria de una nueva Convención. En su opinión, el "tiempo del debate general ya ha pasado y ahora hay que atacar los problemas específicos". Afirmó que seguiría con el procedimiento de "mantener consultas confidenciales con los Estados miembros".
Merkel aseguró que con ocasión del 50º aniversario del Tratado de Roma, el próximo 25 de marzo, la presidencia presentaría la Declaración de Berlín, con los elementos sustanciales de su concepción europea, con aportaciones de la Comisión y del Parlamento. La Declaración será la primera palanca para propiciar un acuerdo sobre la Constitución.
Ayer mismo, el presidente de la comisión, José Manuel Durão Barroso, anunció cinco principios que deberían figurar en esa declaración y que ya fueron aceptados por Merkel. Las propuestas concretas de Barroso exigen que Europa sea solidaria, con una gran cohesión social y económica; sostenible, que luche contra el cambio climático; responsable, con la máxima transparencia y acceso a la información; segura, que garantice la seguridad de los ciudadanos y los valores europeos en el mundo.
El discurso de Merkel encontró una cálida recepción entre la mayoría de líderes de los grupos parlamentarios, aunque no ocultaron sus diferencias y temores. El presidente del grupo socialista, Martin Schultz, cuyo partido gobierna en coalición en Alemania, manifestó su satisfacción por el contenido del discurso de la canciller, pero exigió profundizar "en el modelo social". El líder de los liberales, Graham Watson, ofreció su apoyo, pero expresó su desconfianza porque creía que "no se dan las condiciones para lograr los objetivos".
Cristina Muscardini, presidenta de la UE de las Naciones, reclamó un Tratado más "respetuoso con las raíces de nuestros pueblos". El copresidente del Grupo de los Verdes, Daniel Cohn-Bendit, ofreció su colaboración, pero reclamó "un debate abierto" para consensuar la Constitución sin secretismos.
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