El PP exige que Batasuna no pueda ir a las elecciones "con ningún nombre"

Las explicaciones del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no hicieron mella alguna en el líder del PP, Mariano Rajoy, que mantuvo las mismas acusaciones que había vertido contra él desde el atentado de ETA. Rajoy se distanció de la futura política antiterrorista que pueda consensuar la Cámara y se centró en reproches y exigencias: "Vuelva a colocar a Batasuna en la ilegalidad real y diga a los españoles que no se presentará a las elecciones municipales, con ningún nombre". Rajoy no ve margen para acercarse a Zapatero. "Apoyarle en la política antiterrorista es un suicidio", dijo.

Muy pocas menciones hizo el líder del primer partido de la oposición, Mariano Rajoy, al discurso concreto del presidente del Gobierno, dado que se mantuvo fiel a las críticas y descalificaciones que ha ido desgranando desde el atentado que costó la vida a dos inmigrantes ecuatorianos el pasado 30 de diciembre. El máximo dirigente del PP dedicó la mayor parte de su intervención a reprochar a Rodríguez Zapatero el haber puesto en marcha el proceso de paz, a enjuiciar muy críticamente su actuación tras el atentado y su "falta de claridad" para exponer qué va a hacer a partir de ahora.

La intervención del líder del PP marcó las líneas de actuación de su partido en materia antiterrorista. Desde luego, la exigencia de que Batasuna no pueda presentarse a las elecciones municipales es la fundamental. "Vuelva a colocar a Batasuna en la ilegalidad real", le requirió, "y diga a los españoles que no se presentará bajo ningún nombre a las elecciones municipales; aclare en el Tribunal Europeo de Estrasburgo que Batasuna es una formación ilegal; dé instrucciones al fiscal general para la apertura de juicio oral contra Egunkaria". Esbozó Rajoy varias ideas que si las asumiera Zapatero permitirían que el PP confíe en él. En otro momento de la intervención, Rajoy volvió sobre el mismo tema y mencionó al Partido Comunista de las Tierras Vascas, representado en el Parlamento de Vitoria, como fuerza susceptible de ser ilegalizada.

Rajoy siguió con las exigencias y sin tomar en cuenta el discurso de Zapatero. "Proclame, sin tergiversar las palabras, que se ha roto definitivamente su relación con los terroristas; asegure que ni ETA ni quien representa a ETA recibirá nunca concesiones políticas; solicite que esta Cámara revoque la Resolución que le autorizó a dialogar...".

El líder de los populares mantuvo los mismos interrogantes. "¿Por qué el 30 de diciembre dijo que las cosas iban a estar mejor el año próximo; por qué se volvió a Doñana, por qué hubo declaraciones contradictorias entre usted, el ministro del Interior y el secretario de Organización de su partido...?".

Pero durante toda su intervención el presidente del PP aventuró que Zapatero no va a hacer lo que él espera. "Apoyarle a usted en política antiterrorista es un suicidio", le dijo Rajoy, en una de las decenas de aldabonazos dialécticos que propinó a Zapatero. La vuelta al Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, fue también objeto de reiteración y petición por parte de Rajoy, quien anunció que acudirá a la reunión anunciada por Zapatero.

Pero los reproches no cesaron y aunque el presidente le respondió, al final, que estaba dispuesto a olvidar los insultos, sólo en una ocasión le pidió que retirara unas apreciaciones. Fue cuando Rajoy recordó a Zapatero que no se puede dialogar "bajo la amenaza o el chantaje", porque tiene consecuencias: "Si usted no cumple, le pondrán bombas y, si no hay bombas, es porque ha cedido".

Del pacto que propone Zapatero el líder dejó clara su escasa consideración: "Usted quiere un acuerdo que no pretenda derrotar a ETA, que no se pacte entre los dos principales componentes del consenso español, que se apalabre sin conocer su contenido y en el que figuren todos los defensores de Batasuna. ¿Qué pintamos ahí nosotros? Yo, nada, y usted tampoco". Y casi adelantó el no al mismo. "Si quiere pactar conmigo tendrá que ser en el marco del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo".

Apelación a las víctimas

Las víctimas del terrorismo fueron mencionadas por Rajoy, al enumerar siete errores del presidente. "En ese plan que usted y ETA llaman proceso de paz, es imprescindible que se callen las víctimas. (...) Nunca creeré en la buena fe de una política antiterrorista a la que le estorben las víctimas".

El jefe del Ejecutivo avisó que no respondería a esa alusión dado que ni ahora ni nunca utiliza a las víctimas del terrorismo en el enfrentamiento político. Los otros "seis errores" de Zapatero, según Rajoy, entrañan graves acusaciones. "Imprudente", "jactancioso", además de falta de exigencia a ETA. Rajoy reconoció que el Gobierno "afortunadamente" no puede "adulterar el Estado de derecho, dar amnistías, torcer la voluntad de los navarros". "Si ha habido un malentendido entre ETA y usted; si, además de vender humo a los españoles, se lo ha vendido a ETA, el único responsable es usted", le dijo.

En otro momento, le espetó: "Un rebaño de criminales le ha tomado el pelo, y usted es el único responsable". No hubo palabras conciliadoras en el discurso de Rajoy pero, al final, emergió su condición de líder del otro partido que puede gobernar España. "No olvide", advirtió, "que tanto si le gusta como si no, a la hora de la verdad, su único aliado fiable seré yo. Si las cosas se ponen feas, lo cual no es imposible, cuando se apaguen las luces y haya que apretar los dientes, el único que estaré a su lado, seré yo".