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Reportaje:

Un monasterio eclipsado

El esplendor recobrado de Sant Miquel dels Reis choca con las fincas sin expropiar y la basura en su entorno

Ferran Bono

Cada cierto tiempo, salta la voz de alarma por el estado del entorno de uno de los monumentos valencianos más emblemáticos, el antiguo monasterio de Sant Miquel dels Reis. Sigue siendo muy incómodo su acceso, sigue rodeado de edificios y construcciones que impiden apreciar su soberbia arquitectura y sigue envuelto de diversos focos de basura y escombros.

El llamado escorial valenciano es un gran desconocido para buena parte de la ciudadanía. Y el notable retraso en los planes de expropiación de las fincas colindantes contribuye a perpetuar la situación. Al menos, el tranvía no tardará ya mucho en parar cerca del complejo que hoy acoge las sedes de la Biblioteca Valenciana y de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, instaladas en torno a sus claustros.

Su recobrado esplendor de origen renacentista, gracias a una costosa rehabilitación (cercana a los 25 millones de euros), está empañado por su entorno. A pesar de los bienintencionados proyectos del director de la Biblioteca Valenciana, Vicente Navarro de Luján, las cosas van muy despacio y los problemas persisten.

Tampoco es cómodo expropiar edificios en los que viven cerca de 60 familias, como es el caso de la enorme finca recayente a la fachada principal del monasterio, que fue cárcel y también colegio. Pero un simple paseo sirve para hacerse una idea de la necesidad urgente de mejorar la zona caracterizada por el contraste: por un lado, el esfuerzo por rehabilitar e insuflar vida a un monumento de cinco siglos y, por otro, la desidia en forma de basura y edificios semiabandonados.

En este sentido, el grupo municipal socialista del Ayuntamiento de Valencia solicitó ayer al consistorio que, "con carácter inmediato", proceda a la limpieza del vertedero situado en la calle Río Genil, junto a Sant Miquel dels Reis. Y pidió a la administración municipal que inicie "los proyectos de expropiación necesarios para cumplir el planeamiento existente en dicha zona, aprobado en 2001".

Estas peticiones se recogen en una moción remitida el pasado 9 de enero por la concejala del PSPV Teresa Valls a la Comisión Municipal de Medio Ambiente. En su escrito, que ilustra con imágenes, la socialista explica que en julio de 2001 se aprobó definitivamente el planeamiento de desarrollo del entorno de Sant Miquel, previsto en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) vigente (enero 1989), pero lamenta que "casi seis años después, continúa siendo sólo un trazado en unos planos".

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Valls critica en su moción que "ni el Ayuntamiento, ni la Generalitat han realizado ninguna actuación de las que se habían comprometido en el mencionado planeamiento". Asegura que en la actualidad, los alrededores del antiguo monasterio son "un auténtico estercolero" y considera "una gran vergüenza" que "uno de los edificios emblemáticos de Valencia, con la carga histórica que conlleva, esté tan abandonado en cuanto a su entorno". Apunta en su escrito que las naves existentes junto a Sant Miquel, a unos 100 metros, son "un auténtico basurero, donde acuden indigentes" que "los utilizan de refugio con las condiciones que hacen del lugar un enorme estercolero".

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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