Fresa sin rumanos
Entre las medidas transitorias adoptadas por los Estados miembros, en relación con el ingreso el pasado 1 de enero de Rumania y Bulgaria en la Unión Europea, se encuentra la moratoria para la aplicación del principio de la libre circulación de trabajadores. La experiencia de la anterior ampliación ha sido determinante a la hora de adoptar esta decisión, a la que entre otros países se ha sumado España. La diferencia de renta entre los nuevos socios y la media comunitaria tuvo un impacto en el mercado laboral de los antiguos miembros que fue más allá de lo previsto y, aunque se reconocen los beneficios que por lo general produjo la aportación de una mano de obra altamente cualificada, en esta ocasión se ha intentado evitar los imprevistos. En el caso de Rumania y Bulgaria con mayor motivo, puesto que se encuentran entre los países con los salarios más bajos de la Unión.
España ha fijado en dos años el plazo de la moratoria, si bien ha aceptado la posibilidad de revisarlo al cumplirse el primero. Esta puerta abierta al pleno reconocimiento del principio de libre circulación de trabajadores con Rumania y Bulgaria es coherente con el propósito de adecuar las decisiones políticas a la evolución del mercado laboral, pero podría plantear algunos problemas. Los empresarios del sector de la fresa, hasta ahora destino habitual de numerosos trabajadores rumanos contratados en origen, se han quejado de las dificultades para encontrar mano de obra en ese país para la campaña de este año. Próxima ya la fecha de la recogida, sólo habían conseguido contratar menos de un tercio de los 10.000 temporeros con los que contaban, por lo que se han planteado otras alternativas como Polonia, Marruecos y Senegal, que al parecer están dando ya resultado.
El Ministerio de Trabajo se ha visto obligado a precisar el alcance de la moratoria para la libre circulación de los trabajadores de los dos últimos socios comunitarios, subrayando que sólo afecta a quienes opten a un empleo por cuenta ajena. Por otra parte, ha precisado que no se ha establecido ninguna cuota para los trabajadores de Rumania y Bulgaria, dejándose las manos libres para cuando llegue el momento de decidir sobre la revisión de la moratoria. Además, el visado para estos trabajadores será gratuito. Con estas medidas Trabajo ha tratado de resolver la paradoja de que, a diferencia de lo que sucedió tras la anterior ampliación, la Europa de los Veintisiete tenga ahora más dificultades para encontrar trabajadores en el mercado laboral interno que la Europa de los Veinticinco.
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