El PP moviliza a sus alcaldes a favor de una piscifactoría en Touriñán
El regidor de Muxía apoya la planta aunque esté en zona protegida
El PP movilizó ayer a sus alcaldes en Costa da Morte para reclamar al bipartito que permita a Pescanova construir una piscifactoría en el paraje protegido de cabo Touriñán. Alberto Núñez Feijóo y los regidores de Muxía, Zas, Cee y Fisterra acusan a la Xunta de convertir la zona cero del 'Prestige' en una "zona doble cero" al vetar una planta que crearía una treintena de empleos. El PSOE cree que la petición es "irresponsable".
El PP insiste en que Pescanova se ha llevado a Portugal la planta de rodaballos que el bipartito le paralizó en cabo Touriñán (Muxía), mientras la Xunta sostiene que esa instalación será sustituida por tres piscifactorías en Lugo en las que la empresa invertirá el doble de dinero. "La Costa da Morte no se puede trasladar a Portugal", protestó Feijóo tras presentar, en compañía de los cuatro alcaldes populares, 3.000 firmas en el Parlamento en demanda de la granja marina vetada por el Gobierno de Emilio Pérez Touriño.
Según los populares, el proyecto de Pescanova en Touriñán pasó "todos los trámites legales de la Xunta, del Ministerio de Medio Ambiente (con gobiernos socialistas) y de la Unión Europea". Feijóo acusa al bipartito de "politizar" el plan de piscifactorías de Galicia y de "perder" 30 millones de fondos europeos al modificar el documento que el Gobierno de Manuel Fraga aprobó cuando estaba en funciones. La Consellería de Pesca lo niega. "El PP bien sabe que los fondos europeos no se pierden, se reprograman", replican desde el departamento de la socialista Carmen Gallego.
El PSOE cree que el PP "usa a los cargos institucionales de su partido [los alcaldes] en apoyo de iniciativas para destrozar el territorio". "Resulta curioso que Núñez Feijóo se acuerde ahora de Costa da Morte", señala el portavoz parlamentario de los socialistas, Ismael Rego, "después de que los gobiernos de los que formó parte la dejasen como uno de los territorios más desfavorecidos del Estado". Rego sostiene que la planta de Pescanova en Touriñán "se cargaría literalmente ese espacio natural".
El proyecto de Pescanova de crear una piscifactoría en el enclave protegido de cabo Touriñán fue impulsado por Manuel Fraga en 2003, tras la marea negra del Prestige. Días antes de empezar la campaña electoral para las municipales del 25 de mayo, el entonces presidente de la Xunta y el presidente de Pescanova, Manuel Fernández Sousa, comparecieron en Muxía con el alcalde y candidato a la reelección, el popular Alberto Blanco, para presentar una iniciativa empresarial que, según dijeron, crearía más de 300 empleos.
Fraga prometió que la piscifactoría de Touriñán estaría operativa en el verano de 2004. En 2005, cuando el PP perdió el gobierno de la Xunta, el proyecto aún no había sido siquiera aprobado. El equipo de Fraga le dio el visto bueno al plan de acuicultura en el que se incluía esta planta cuando estaba en funciones. Al tomar posesión, el bipartito la paró por estar en la Red Natura.
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