Las negativas a donar órganos caen hasta su mínimo histórico
Más de 5.000 personas están en lista de espera en España para recibir un trasplante
Sólo el 15,2% de las familias a las que se les pidió que donaran los órganos de un familiar se negó a ello el año pasado. Esta proporción es la más baja registrada nunca en España y en el mundo, según los datos que presentaron ayer la ministra de Sanidad, Elena Salgado, y el coordinador nacional de trasplantes, Rafael Matesanz. Pese a ello el número de personas que espera un órgano se mantiene por encima de las 5.000.
El año pasado se realizaron en España 3.765 trasplantes de órganos. Esta cifra consolida el primer puesto del país -y van 14 años seguidos, según la ministra de Sanidad- en tasa de donantes por millón de habitantes. Salgado y Matesanz le quitaron importancia al ligero descenso (37 donantes menos) con respecto al año pasado, y lo justificaron en que el sistema de captación de donantes es tan eficaz que seguir creciendo es muy difícil.
Pero Matesanz resaltó un hecho: esos 37 donantes menos coincide con el descenso de suministradores de órganos debido a los accidentes de tráfico. Esta causa es ya sólo el origen del 14,3% de los trasplantes, cuando en 1992, año que empezó a funcionar la Organización Nacional de Trasplantes, eran el 43%.
Los datos muestran un claro desequilibrio regional. La tasa de donaciones supera las 40 por millón de personas en la cornisa cantábrica (por orden, País Vasco, Cantabria, Asturias y Navarra), además de Baleares. Esta proporción se consideraba hace unos años el máximo posible. La media española está en 33,8. En Estados Unidos, el primer país en poner en marcha un sistema de trasplantes, esta cifra está en 25 donantes por millón, y en la UE en 18,8.
También en las negativas para las donaciones se ha rebajado el límite teórico del 20%. Dos comunidades, La Rioja y Navarra, han llegado al mínimo posible: el 0%. En esta variable el reparto obedece menos a una pauta geográfica. El objetivo de la Organización Nacional de Trasplantes es llegar a una media del 10% de negativas.
Para vencer las últimas resistencias, el Ministerio prepara un Libro blanco sobre el duelo en las distintas religiones, dijo Salgado. El objetivo es preparar a las personas encargadas de conseguir los permisos para la donación para que sepan vencer las reticencias de algunos grupos étnicos y religiosos, como los musulmanes, que por provenir de países donde el trasplante no es habitual son más reacios.
Sin embargo, los extranjeros no son, en general, más reacios a dar sus órganos que los españoles. Un 8,3% de las donaciones son ya de personas nacidas fuera, un porcentaje prácticamente idéntico al 8,4% que representan en la población total del país. La causa principal de las negativas es la dificultad para entender el concepto de muerte cerebral, indicó Matesanz, porque la persona que tiene que permitir la extracción del órgano ve que su familiar respira, aunque tenga el sistema nervioso central destrozado e irrecuperable.
Otra de las políticas que se van a fomentar para aumentar la tasa de donantes es el de obtener órganos de vivos, que el año pasado fueron el origen del 4,6% de los trasplantes.
También se intensificará la obtención de órganos útiles de personas mayores. En 2006, un 8,4% de los donantes tenía más de 75 años, y la franja de edad que más donó está entre los 70 y los 74 años, que representaron un 10,9% del total aunque sólo son el 4,5% de la población. Les siguen los de 55 a 59 (un 10,4%).
Pese a todos los avances, Matesanz indicó que será difícil que baje la lista de espera. En ella, la mortalidad ronda el 8%, y se mantiene estable. La causa es que a medida que mejoran los resultados, aumenta el número de pacientes candidatos a recibir un órgano.
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