Al 'asalto' de los cuarteles
Los partidos nacionalistas reclaman la cesión de las bases militares que el Estado mantiene en las tres capitales
Los ayuntamientos de las tres capitales vascas llaman con insistencia a la puerta del Gobierno central para reclamarle la cesión o enajenación de parte de su patrimonio en estas ciudades. Y en la lista de pretensiones sitúan en un lugar preferente la entrega de los terrenos del Gobierno militar de Bilbao, los cuarteles de Loyola, en San Sebastián, y la Base militar de Araca, en Vitoria.
Es una suerte de desamortización de los bienes y propiedades del Estado impulsada desde los consistorios con la finalidad de ponerlos al servicio de los ciudadanos.
El ministerio dice que el cuartel de Loyola y el recinto de Juan de Garay son "necesarios para la defensa"
El PP pregunta a los nacionalistas por qué no reclaman las comisarías de la Ertzaintza
Los tres acuartelamientos referidos figuran entre las pertenencias más extensas y valiosas del Estado en las capitales, pero existen otros muchos edificios y terrenos de su propiedad. Al margen de las sedes de la Delegación del Gobierno en Vitoria y las tres subdelegaciones, el Estado cuenta en Euskadi con numerosas dependencias ministeriales (las agencias tributarias, Tráfico o el Instituto Nacional de la Seguridad Social, entre otras) y los correspondientes cuarteles de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía.
Todos los intentos realizados hasta ahora para adjudicarse alguna de estas instalaciones ha fracasado. En los últimos meses han pellizcado al Ministerio de Defensa para comprobar su grado de generosidad y si estaría dispuesto a desprenderse de parte de su patrimonio, pero siempre se han encontrado con la negativa por respuesta. Ha sido el Ayuntamiento donostiarra el que con más insistencia ha pretendido hacerse con los cuarteles de Loyola, primero con el anterior ministro de Defensa, José Bono, y ahora con su sucesor, José Antonio Alonso. Las 16 hectáreas de superficie del recinto militar son la ubicación elegida por el consistorio para promover un nuevo polígono residencial con 1.600 viviendas de protección oficial. "Los cuarteles de Loyola siguen siendo necesarios para la defensa nacional, ya que constituyen una base permanente de apoyo eficaz para el cumplimiento de sus misiones", fue la respuesta dada por Alonso en una comparecencia realizada en el Senado a mediados de octubre.
Otro tanto ocurre con los terrenos de Juan de Garay, en Bilbao, donde tiene radicada su sede el Gobierno militar. El PNV y EA quieren transformar estas instalaciones en un lugar de esparcimiento, con usos culturales públicos, para los vecinos del barrio de Irala, pero Defensa considera que no es posible su cesión, enajenación o transmisión porque están "vinculadas con el interés de la defensa nacional". Alonso recordó que en este recinto militar están encuadradas la Jefatura de Inspección, una Subdelegación de Defensa y una presencia logística militar" de las que no se puede desprender ahora.
Y en Vitoria, los peneuvistas acaban de proponer al Ministerio de Interior que ceda el cuartel de Betoño, sede del Cuerpo Nacional de Policía para albergar un parque de vivienda de alquiler social. Del mismo modo, este partido ha propuesto que la base militar de Araca deje de tener este uso para transformarlo en una "ciudad del motor", compuesta por un circuito automovilístivo susceptible de acoger prubas de fórmula 1, un área de ocio y otra de hostelería, con una inversión de 205 millones.
La reclamación municipal de las propiedades del Estado ha surgido casi siempre desde las filas nacionalistas, que sin embargo no han reivindicado con la misma intensidad política la cesión de posesiones del Gobierno vasco en las tres capitales . Por eso, durante un pleno del Ayuntamiento de Bilbao que trató el asunto, el portavoz del PP, Antonio Basagoiti, inquirió al PNV y EA por qué no solicitan el traspaso de las comisarías de la Ertzaintza de Deusto y Zabalburu. Puestos a pedir.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.