El Ayuntamiento frena la reapertura ilegal de La Paloma a cambio de subvenciones

El desafío contra la orden de cese de actividades decretada por el Ayuntamiento de Barcelona cayó en saco roto. La Paloma, la centenaria sala de baile ubicada en el Raval, no abrió ayer sus puertas como había anunciado. El cierre se mantendrá al menos hasta el 12 de enero, día en el que los técnicos de Ciutat Vella tienen previsto reunirse con los responsables de la discoteca. El encuentro se realizará en la sede del Instituto de Cultura de Barcelona, señalan fuentes municipales. La representación del Consistorio la encabezará Carles Martí, concejal del distrito de Ciutat Vella y responsable del área cultural.

La batalla entre La Paloma y el Ayuntamiento de Barcelona comienza a pacificarse, aunque este asunto acarrea cada día una nueva sorpresa. Martí consiguió frenar a última hora la reapertura ilegal de la discoteca, que ayer pretendía levantar sus persianas a las 18,00 horas. Lo hizo a cambio de ayudas económicas. En la reunión acordada entre el concejal y los responsables de La Paloma se concretarán las obras necesarias de insonorización de la sala, una reforma imprescindible porque la discoteca incumple la normativa sobre ruidos.

Así, por su carácter histórico y patrimonial, el Ayuntamiento está dispuesto a apoyar con subvenciones las obras para que La Paloma pueda reemprender su actividad en breve, aseguran fuentes municipales. El envite lanzado por el propietario del local, el abogado Pau Solé Ribas, quedó finalmente en nada. El dueño de La Paloma ya tiene experiencia en estos conflictos porque era el propietario de la sala Cibeles, en el barrio de Gràcia, expedientada también por exceso de ruidos y cerrada definitivamente. En su lugar se alzará un gimnasio.

En un comunicado emitido ayer, Solé Ribas explicó que acataba la orden de cese de actividades decretada por el Ayuntamiento: "La dirección de La Paloma toma esta difícil decisión con el convencimiento de que el Ayuntamiento hará efectivo su compromiso de ayudar a que la situación se solucione lo más pronto posible con ánimo de entendimiento y con una colaboración palpable y constructiva".

Lo que era un simple trámite administrativo se había convertido para el Ayuntamiento en una pesadilla. Desde que se hizo público el cierre, la sala ha recibido numerosas muestras de apoyo, pese al malestar de los vecinos que viven cerca de la discoteca y que no pueden dormir en sus noches de juerga; unos jolgorios que congregan a centenares de personas en las calles de acceso al recinto. El líder de la oposición en el Ayuntamiento, Xavier Trías, es partidario de conceder ayudas públicas a La Paloma. No obstante, Trías critica los vaivenes que dan las autoridades municipales en este conflicto. Recuerda, por ejemplo, que el Consistorio ya decidió clausurar la discoteca el pasado mes de agosto, pero que luego permitió su reapertura sin que se hubieran realizado las obras de insonorización. Asimismo, lamenta que el Ayuntamiento utilice unos aparatos para medir el nivel de ruido "que no están homologados". "El problema es que se hacen normativas muy exigentes y que luego no se cumplen. Un follón, vamos", concluye Trías.

La posible reapertura convocó ayer a los parroquianos más fieles del lugar, gente mayor que se mostraba desolada al constatar que finalmente las puertas se mantenían cerradas. Por contra, muchos vecinos de la calle del Tigre apenas podían ocultar su alegría.