Carlos III: un proyecto con futuro
La investigación biomédica y en Ciencias de la Salud y de la Vida va a tomar en España un nuevo camino importante para su desarrollo y para el necesario impulso que venía necesitando al hilo de la Ley de Agencias Estatales para la mejora de los servicios públicos, de 18 de julio de 2006, publicada en el Boletín Oficial del Estado de 19 de julio y cuya entrada en vigor tuvo lugar al día siguiente de su publicación. Dicho cuerpo legal autoriza al Gobierno, dentro de las competencias de la Administración General del Estado, a crear la Agencia Estatal de Investigación Biomédica y Ciencias de la salud Carlos III.
Serán objetivos prioritarios de esta agencia el fomento, desarrollo y prestación de servicios científico-técnicos y de investigación en el ámbito de la salud, mediante la realización de la investigación básica y aplicada, evaluación, acreditación y prospectiva científica y técnica, control sanitario, asesoramiento científico-técnico y formación y educación sanitaria en el ámbito de la Biomedicina y las Ciencias de la Salud. Paralelamente realizará las acciones pertinentes encaminadas al fomento y coordinación de las actividades indicadas en el ámbito de la Administración General del Estado.
La nueva normativa incorpora una innovadora fórmula organizativa que dota de mayor nivel de autonomía y flexibilidad a la gestión, y refuerza todos los mecanismos de control de eficacia, con el objetivo directo de fomentar y promover una cultura de responsabilidad para satisfacer las necesidades y demandas ciudadanas en todo lo referente a la prestación de los servicios públicos. La Agencia Estatal de Investigación Biomédica, que absorberá el Instituto de Salud Carlos III, creado por la vigente Ley General de Sanidad de 25 de Abril de 1986, y que en la actualidad es un Organismo Público de Investigación (OPI), incorpora mecanismos de responsabilización de la gestión, por objetivos medibles y claros, para orientarlos hacia la mejora de la investigación biomédica, con las consiguientes ventajas, cambios de enfoques, nueva cultura organizativa. El objetivo es lograr de una manera progresiva las mejoras que demandan los investigadores y los usuarios del Sistema Nacional de Salud.
Esta agencia estará dotada de una capacidad máxima de decisión sobre los recursos asignados y de un nivel de autonomía en su funcionamiento que son básicos para exigir una responsabilidad efectiva sobre el cumplimiento de los objetivos que se les encomienda.
La propia Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud contempla el principio de que la innovación de base científica es esencial para el desarrollo de los servicios sanitarios y para la protección de la salud de los ciudadanos.
El Instituto de Salud Carlos III, que se transformará en la Agencia Estatal antes citada, viene potenciando desde su última reestructuración por un decreto de mayo de 2005, las funciones derivadas de la planificación de la política científica en el ámbito de las Ciencias de la Salud y de la Vida, la condición de las diferentes Comunidades Autónomas y los demás agentes del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, el fomento y desarrollo dentro de la producción científica mundial, la mejora de la relación entre la investigación básica y clínica, dinamizándose el tejido científico-sanitario, donde las Redes Temáticas de Investigación Cooperativa en Salud (RETICS), en la actualidad 69 en funcionamiento, han jugado un papel decisivo en la potenciación y consolidación de la investigación científica en Redes, avaladas por la Comunidad Científica mundial. También hay que resaltar que dentro del Programa CONSOLIDER, destinado a incrementar la masa crítica y la excelencia investigadora en el ámbito del Plan Ingenio 2010 de Fomento de la Investigación, figura la creación de los Centros de Investigación Biomédica en Red (CIBER) que se constituyen como consorcios entre las instituciones a las que pertenecen los grupos de investigadores seleccionados, con personalidad jurídica propia y capacidad de gestión de su presupuesto. Para este primer año se van a poner en marcha siete CIBER con una dotación de 32 millones de euros y 31 grupos de investigadores seleccionados.
La creación de la Agencia Estatal de Investigación en Biomedicina y Ciencias de la Salud Carlos III es pues un proyecto importante y decisivo, un proyecto con futuro. Ahora que el esfuerzo de recursos económicos se va culminando poco a poco, es necesario también el apoyo de los poderes públicos y de todos cuantos trabajamos día a día en el Sistema Nacional de Salud. Por mi parte no voy a regatear ningún esfuerzo, al igual que ocurrió en otras responsabilidades asumidas en otros momentos en el sector sanitario. El proyecto vale la pena, pero necesita ilusión, entusiasmo, tenacidad y personas capaces de hacerlo, con claridad de ideas, con formación en el sector e impulsora de la nueva cultura de las creencias de la salud y de la vida. El camino a recorrer, a pesar de las múltiples dificultades, insisto, es prometedor.
Honorio Bando es doctor en Derecho y vicepresidente de la Fundación de Educación para la Salud (FUNDADEPS).
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