Nevzlin niega estar detrás del envenenamiento de Litvinenko
La reacción del multimillonario Leonid Nevzlin ante las nuevas acusaciones por parte de la fiscalía rusa -que sospecha que puede estar detrás del envenenamiento de Alexandr Litvinenko con polonio- fue lacónica, pero categórica: "Es una completa estupidez que no merece ser comentada". Pero la verdad es que el multimillonario que fue mano derecha del hoy encarcelado Mijaíl Jodorkovski ya debe estar acostumbrado a que el Kremlin lo considere un asesino.
Después de haberle acusado de evasión de impuestos y apropiación ilícita de acciones de dos compañías, en el verano de 2004 la fiscalía le incriminó en la organización del asesinato de una pareja de empresarios. Pero a diferencia de Jodorkovski, Nevzlin abandonó a tiempo Rusia, por lo que se libró de las garras del Kremlin.
Verdad es que éste no ha cejado desde entonces en sus esfuerzos por encarcelar al ex alto ejecutivo de Yukos, para lo cual ha tratado de extraditarlo de varios países. Por eso, siempre que puede, Rusia trata de reforzar la condición de criminal de Nevzlin. Así, en agosto pasado, le acusaron de haber ordenado otros dos asesinatos y ahora desean implicarle en la muerte de Litvinenko. Lo que Rusia persigue es conseguir que Nevzlin sea extraditado de EE UU, donde se encuentra con su familia pasando las fiestas de fin de año.
En 2005, Moscú ya pidió a Washington que detuviera a Nevzlin, pero no lo consiguió. También ha fracasado en los intentos hechos en Israel, donde Nevzlin tiene su residencia permanente. El Kremlin tampoco ha podido extraditar a sus adversarios políticos en otros países: Borís Berezovski de Reino Unido o Vladímir Gusinski de España, además de a una serie de ex altos ejecutivos de Yukos.
Nevzlin, de 47 años, estudió petroquímica. En 1991 pasó al banco Menatep, del que llegó a ser vicepresidente. En 1997 comenzó a trabajar en la agencia Itar-Tass con la misión de privatizarla, planes que fracasaron al ser designado primer ministro Yevgueni Primakov. Después, Nevzlin fue vicepresidente de Yukos, senador, presidente del Congreso Judío Ruso y rector de la Universidad Humanitaria de Moscú.
En Israel es director del Museo de la Diáspora y miembro de la Agencia Judía para Israel Sohnut. El último número de Forbes Israel calcula su fortuna en unos 228,5 millones de euros.
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