Bush quiere que el Congreso considere el éxito en Irak vital para la seguridad de EE UU
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El presidente de Estados Unidos, George Bush, mantuvo ayer una reunión al más alto nivel en su residencia en Crawford (Tejas) para analizar el próximo paso que se debe dar para estabilizar la situación en Irak. Bush hizo un llamamiento al Congreso para que considere el éxito de la misión como algo vital para la seguridad nacional. Su idea es tomar una decisión con la entrada del nuevo año. La Casa Blanca se decantaba hasta ahora por un incremento provisional de tropas para hacer frente a la espiral de violencia sectaria.
El presidente se reunió durante casi cuatro horas con sus más estrechos colaboradores en materia de política exterior y seguridad nacional. En la reunión participaron el vicepresidente, Dick Cheney, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice; el secretario de Defensa, Robert Gates, y el consejero de Seguridad Nacional, Stephen Hadley.
La Casa Blanca está analizando la posibilidad de incrementar el número de soldados en el frente de batalla y de introducir más asesores en el seno de las unidades militares iraquíes. En esta línea, el Pentágono decidió el miércoles el despliegue en Kuwait de una nueva unidad integrada por unos 3.300 soldados como fuerza de reserva. Pero esta idea sigue el camino opuesto al recomendado por el informe Baker, que proponía una reducción gradual de las tropas estadounidenses. El Partido Demócrata también se muestra reacio a un aumento de la presencia militar en Irak.
"Estamos haciendo importantes progresos en la elaboración de un plan que permita lograr nuestros objetivos", dijo Bush tras el encuentro, mientras desde su entorno se asegura que "el deseo del presidente es considerar todas las opciones".
George Bush explicó que el propósito es conseguir que los iraquíes sean capaces de lidiar con estos problemas. "La clave del éxito en Irak es lograr un gobierno que haga frente a quienes quieren impedir que prospere una joven democracia". Y a renglón seguido espetó que los miembros del Congreso "deben entender la importancia de esta misión". "El éxito en Irak es vital para la seguridad de la nación".
La idea inicial de la Casa Blanca era presentar el nuevo plan para la gestión de la guerra de Irak antes de la Navidad. Ahora, el proyecto se prevé para los primeros días de enero o coincidiendo con el discurso sobre el estado de la Nación, el próximo 23 de enero. Este continuo retraso, según los analistas, no hace más que restar enteros a la popularidad de Bush. A los ojos de muchos estadounidenses, revela que el presidente no tiene un plan concreto para salir del atolladero.
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