Greenpeace resalta que 2006 ha sido clave para alertar del calentamiento
Los efectos del cambio climático son ya evidentes para la población
Ya está aquí. Ya no es una amenaza difusa, ni la advertencia de ecologistas y algunos científicos. El cambio climático ha tomado la forma de subida de las temperaturas hasta cifras nunca registradas, de aumento de los huracanes y otras catástrofes naturales, de cambios en los hábitos de los animales y de los procesos naturales de las plantas. Y el nivel del mar seguirá subiendo durante más de 100 años aunque hoy mismo se dejasen de emitir a la atmósfera de gases de efecto invernadero, según un informe de la ONU firmado por 2.500 científicos, que avanzó ayer EL PAÍS. La situación ya pasa de alarmante, pero Greenpeace ha preferido hacer una lectura en positivo: 2006 será el año en el que todas estas evidencias han despertado por fin la conciencia de la población sobre la gravedad del problema del cambio climático, comienza su balance de este año.
Los ecologistas piden "voluntad política" para implantar las energías renovables
¿En qué se ha notado esta concienciación? La ONG pone varios ejemplos, como la protección de una gran extensión de bosque en la Amazonia, la decisión de demoler el hotel de El Algarrobico (Almería), edificado a pie de playa en un área protegida, y el avance en la protección de la fauna marina. También durante este año que termina, la UE ha aprobado un acuerdo sobre Registro, Evaluación y Aprobación de sustancias químicas, recuerda Greenpeace.
Pero detrás de cada avance hay un escollo. Aunque puede que este año España haya roto el crecimiento ininterrumpido de la emisión de gases de efecto invernadero, el hecho es que esta cifra es ya un 52% mayor que en 1990. La generación de energía eólica batió su récord en España: el 8 de diciembre esta electricidad cubrió un 31% del consumo estatal. Sin embargo, Greenpeace exige al Gobierno una ley de energías renovables que garantice la pervivencia del sector.
Los combustibles fósiles, como el carbón y el petróleo, son la principal causa del efecto invernadero y, como consecuencia, del calentamiento global. Así, una de las responsables españolas de Greenpeace, Raquel Montón, pidió ayer "coraje y voluntad política" para sustituir esas energías por las renovables, informa Servimedia. También el responsable de energía de Ecologistas en Acción, Pablo Cotarelo, pidió a los gobiernos fomentar las fuentes renovables pero, además, insistió en otras medidas a favor del transporte público, para reducir la contaminación emitida por los vehículos.
Otro de los grandes causantes del cambio climático, apuntan los expertos, es la deforestación. Su efecto es equivalente a casi el 20% de las emisiones debidas a la quema de combustibles fósiles, y ya sólo queda un quinto de los bosques vírgenes del planeta, señala Greenpeace en su informe. Pero la buena noticia es que en 2006 el Gobierno brasileño ha protegido 6,5 millones de hectáreas en la selva amazónica, y Canadá ha hecho lo mismo con otros dos millones de hectáreas (éste último es el equivalente al tamaño de El Salvador).
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