Impresiones visuales
En la inicial "Nota del autor", incluida en la edición de sus Cuentos de inquietud, Joseph Conrad reflexionaba así sobre el relato titulado El regreso: "Pese a todo su despliegue analítico, consiste primordialmente el cuento en meras impresiones físicas -impresiones visuales y sonoras, una estación de ferrocarril metropolitano, calles, el trote de un caballo, reflejos en espejos, etcétera-, combinadas con una descripción sublimada de una envidiable residencia urbana de clase alta".
El director francés Patrice Chéreau parece haber hecho suyas las palabras de Conrad y en Gabrielle, adaptación a la pantalla de El regreso, parece haber pretendido un fin semejante al del escritor, aunque trasladado al lenguaje cinematográfico: lejos de la sequedad y de la cercanía de sus dos últimas películas (Intimidad y Su hermano), el realizador francés ha compuesto en este filme un esteticista ejercicio de estilo a base de pinceladas formales, a veces acertadas, a veces excesivas: ralentís, textos sobreimpresionados en la pantalla, música constante y grandilocuente. En definitiva, "impresiones visuales y sonoras", que decía el autor de El duelo.
GABRIELLE
Dirección: Patrice Chéreau. Intérpretes: Isabelle Huppert, Pascal Greggory, Thierry Hancisse, Chantal Neuwirth. Género: drama. Francia, 2005. Duración: 90 minutos.
En la línea de Los muertos/Dublineses, de James Joyce/John Huston, el relato tiene su momento culminante en un hecho concreto; allí una conversación matrimonial sobre un recuerdo, aquí una carta de despedida para el abrazo de un adulterio. Patrice Chéreau capta con elegancia la prepotencia de sus personajes y el tan refinado como estirado ambiente de la historia, donde dicha y tragedia, emoción y franqueza, se atenúan en beneficio de un insulso decoro.
Un ambiente en el que el escándalo y el descrédito no tienen hueco, en el que sus criaturas pueden estar diciéndose los insultos más rastreros mientras no se pierde la compostura y se sigue comiendo como si nada delante de los criados.
Mientras tanto, como en el cuento, la minimalista historia se alarga por medio de interminables recursos que quizá puedan cargar en esporádicos momentos pero que mantienen un exquisito nivel formal. "En la vida hay sucesos, experiencias, vislumbres, que parecen cancelar brutalmente el pasado entero", cuenta Conrad en su portentoso cuento. Chéreau lo ha captado con impresionistas pinceladas.
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