La acusación pide al juez que impute a los 13 agentes de la CIA que hicieron escala en Palma

La acusación popular ha pedido al juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, instructor del caso de los vuelos de la CIA, que cite como imputados a los 13 ocupantes del Boeing-737 que el 22 de enero de 2004 hizo escala en el aeropuerto de Son Sant Joan (Palma de Mallorca). La comisión de investigación del Parlamento Europeo considera probado que este avión participó en el secuestro del alemán Jaled el Masri y en el traslado ilegal del etíope residente en el Reino Unido Binyam Mohamed. De salir adelante, la petición puede provocar un nuevo roce diplomático con Estados Unidos.

La identidad de los 13 ocupantes del B-737, propiedad de una empresa tapadera de la CIA, figura en las diligencias que en 2005 instruyó la Guardia Civil por orden de la Fiscalía de Palma de Mallorca. Sus nombres serían James Fairing, Jason Franklin, Michael Grady, Lyle Edgard Lumsden III, Eric Fair, Bryam Charles, Kirk James Bird, Walter Richard Gressbore, Patricia Riloy, Jane Payne, James O'Hale, John Decker y Héctor Lorenzo.

La acusación popular, que ejerce la Asociación Libre de Abogados en coordinación con un grupo de letrados y profesionales de Mallorca, pide que se les cite como imputados en las diligencias previas 109/06 que instruye el Juzgado Central de Instrucción número 2 por un presunto delito de torturas.

El precedente italiano

Sobre la citación como imputados de los ocupantes del B-737 (al menos cinco de ellos con pasaporte diplomático) deberá pronunciarse, en primer lugar, el fiscal de la Audiencia Nacional Vicente González Mota, que hasta ahora ha apoyado la realización de la mayoría de las pruebas solicitadas por la acusación popular, y, después, el propio magistrado.

En caso de que prospere, la demanda podría desembocar en un nuevo roce diplomático con EE UU, que rechaza que sus agentes secretos, igual que los militares, se sometan a la jurisdicción de tribunales extranjeros.

Hace ya más de un año que la Fiscalía italiana, que investiga el secuestro en Milán del imán egipcio Abu Omar, pidió la extradición de 22 agentes de la CIA, cifra que ha elevado hasta 26 hace cuatro meses. Sin embargo, ni el Gobierno derechista de Silvio Berlusconi ni el Gabinete de centro-izquierda de Romano Prodi, que le sucedió en mayo pasado, han dado trámite hasta ahora a la demanda de extradición.

El informe de la comisión temporal de investigación del Parlamento Europeo, del que ha sido ponente el eurodiputado italiano Claudio Fava, ha dado por probadas 10 "rendiciones extraordinarias" (traslado y entrega de sospechosos de terrorismo ilegalmente detenidos).

Dos de ellas se produjeron en el curso del mismo viaje: el que emprendió el 16 de enero de 2004 el B-737. Fue un viaje largo, de 12 días de duración, con salida y llegada a Washington (en cuyas proximidades se encuentra la sede central de la CIA) y 12 escalas, dos de ellas en Palma de Mallorca, entre el 22 y el 26 de enero de 2004, donde pernoctaron tres noches en total.

Según el informe del Parlamento Europeo, en al menos tres trayectos de este periplo llevó a bordo a personas detenidas ilegalmente: de Rabat a Kabul trasladó a Binyam Mohamed; y desde Skopje (Macedonia) a Kabul, vía Bagdad, a Jaled el Masri.

Binyam Mohamed es un ciudadano etíope con residencia legal en el Reino Unido que en el verano de 2001 viajó a Afganistán y Pakistán, donde fue detenido cuando se disponía a regresar a Londres. Durante tres meses fue interrogado y torturado y después transferido a Marruecos, en donde estuvo encarcelado, sin cargos en su contra ni control judicial, hasta que el 22 de enero de 2004 el B-737 lo llevó a Kabul. Después de tres meses recluido en Afganistán fue trasladado de nuevo a la base estadounidense de Guantánamo (Cuba), donde todavía permanece.

Por su parte, Jaled el Masri es un ciudadano alemán de origen libanés que fue arrestado el 31 de diciembre de 2003 en la ex república yugoslava de Macedonia, adonde había ido de vacaciones. Durante tres semanas estuvo recluido en un hotel y sometido a interrogatorio, hasta que la policía local lo entregó a la CIA, que lo trasladó a Afganistán, donde sufrió nuevos malos tratos, hasta que el 27 de mayo de 2004 fue devuelto a Albania y liberado.

El Masri acudió el pasado 9 de octubre a la Audiencia Nacional para explicar su calvario al juez Ismael Moreno, quien en junio pasado se declaró competente para instruir esta causa, que durante meses estuvo dando vueltas entre la Audiencia Nacional y la Audiencia de Mallorca.

El juez ya aceptó, el pasado 29 de agosto, pedir a la Guardia Civil la numeración y movimientos de las tarjetas de crédito utilizadas por los ocupantes del vuelo de la CIA, así como la relación de llamadas telefónicas que hicieron desde los hoteles Gran Meliá Victoria y Marriot Son Antem, de Palma de Mallorca y Llucmajor, respectivamente, con expresión del destino de las mismas.

También ha aceptado citar como testigos a los responsables del aeropuerto de Son Sant Joan, al capitán de la Guardia Civil que instruyó las primera diligencias y a los periodistas de Diario de Mallorca que destaparon el caso. Igualmente, en aplicación del Convenio Europeo de Asistencia Penal, ha solicitado a las fiscalías de Milán y Múnich testimonio íntegro de todas las actuaciones realizadas en relación con los secuestros del imán egipcio Abu Omar y del propio El Masri.