La familia del taxista degollado se siente "indignada" con la sentencia

La familia de Eduardo Robredo, el taxista bilbaíno degollado en diciembre de 2005, acusó ayer a la magistrada del caso, Nekane San Miguel, de haber "condicionado" el veredicto final del jurado provocando "su desconcierto". Por ello, la próxima semana presentará un recurso de apelación ante la Sala de lo Penal del Tribunal Superior solicitando la anulación del veredicto y de la sentencia que ha condenado a Reiny Emmanuel Pichardo a diez años y medio por homicidio.

La esposa y el hermano de la víctima hicieron ayer pública una declaración de la familia en la que se muestra "indignada" y "defraudada" por la sentencia, informa Vasco Press. La familia repitió la queja avanzada el jueves por su abogado de que la magistrada rechazó el primer veredicto del jurado, que consideraba al acusado culpable de asesinato, y le obligó a motivar otro, que al final fue de homicidio.

"La intervención de la magistrada que ha condicionado el fallo final y ha privado a la familia de sentirse de alguna manera recompensada por el castigo que se merecía el asesino", señala la declaración. "Entendemos que el asesinato era claro y evidente", agrega.

Los familiares consideran que la decisión de la magistrada "provocó el desconcierto, cuando no el amedrantamiento de los miembros del jurado y éstos, por miedo a un fallo nulo, optaron por garantizar como mínimo una condena por homicidio, rebajando así la acusación de asesinato con alevosía".