El 40% de hogares monoparentales sufre riesgo de pobreza

España es el estado comunitario más tacaño en gasto social para las familias. Y, además, se adapta con lentitud a los cambios sociológicos. Ambos factores están propiciando el aumento de menores pobres, especialmente en hogares monoparentales, que tienen una tasa de riesgo de pobreza del 40%. Uno de cada tres hogares con un solo progenitor malvive con menos de 9.000 euros al año, según un amplio estudio presentado ayer.

La pobreza infantil se debe a múltiples causas, pero la escasez de políticas públicas que ayuden a combatirla es una de ellas. En España, según el estudio sobre Monoparentalidad e infancia de la Fundación La Caixa, "la acción benefactora de los recursos públicos no alcanza, en ningún caso, al 15% de los menores en riesgo". Este porcentaje supera el 65% en países como Suecia o Dinamarca. "Si creemos en la igualdad de oportunidades, debemos ser conscientes de estas grandes diferencias", advirtió el catedrático de Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona, Lluís Flaquer, durante la presentación del trabajo en Sevilla.

El crecimiento de los hogares monoparentales -1,4 millones, de los cuales el 81% están encabezadas por mujeres- es uno de los factores que ha contribuido a aumentar la pobreza infantil, pero los autores del estudio (los sociólogos Lluís Flaquer, Elisabet Almeda y Lara Navarro) consideran que sería un error "estigmatizar a los padres y madres que optan por esta opción" y "no centrarse en la mejora de las políticas sociales orientadas a estos colectivos". Uno de cada tres hogares formados por un solo progenitor tiene que salir adelante con unos ingresos inferiores a los 9.000 euros al año. Estas familias son también las más perjudicadas por "el escaso nivel de prestaciones y servicios", según el informe. Dentro del heterogéneo grupo de hogares de un solo progenitor, los formados por madres solteras son los que se encuentran en situación de mayor riesgo de exclusión. Estas mujeres sufren las tasas de desempleo más altas, sus hijos son los que abandonan más precozmente la escuela y son las que más recurren al alquiler de la vivienda.

En las conclusiones, los autores alertan sobre la discriminación que sufren las madres solas debido a políticas sociales "basadas en lógicas del sustentador masculino". De hecho, Flaquer reclamó que se supriman las desgravaciones por hijos en el actual modelo de IRPF porque "a través de la renta se le está dando tres veces más a la gente que más tiene". En su lugar, el catedrático defendió que se establezcan "prestaciones universales" por hijo a cargo con independencia del nivel de renta, similares a las que se conceden en otros países europeos. La creación de un fondo para garantizar el pago de pensiones de alimentos a menores también es considerado por los autores como "una interesante medida de lucha contra la precariedad" que afecta a los niños de padres separados o divorciados.