"Irán es muy influyente y puede ayudar a resolver las crisis regionales"
Masumeh Ebtekar (Teherán, 1960) ha recorrido un largo camino, personal y político, desde que en los meses posteriores a la Revolución Islámica actuara como portavoz de los estudiantes que tomaron la Embajada de Estados Unidos en Irán. Para los secuestrados era Tiger Lily -juego de palabras con el alias Tigre y su nombre, Nilufarc (nenúfar)-. Para los periodistas, era Mary, por su dominio del inglés aprendido en Filadelfia, donde vivió de niña. Después se cambió el nombre a uno más islámico, Masumeh. Su inglés le sirvió para que un jefe de publicaciones de Kayhan, Mohamed Jatamí, la nombrara directora de Kayhan Internacional en 1981. Cuando Jatamí llegó a la jefatura del Gobierno en 1997, la designó vicepresidenta y ministra de Medioambiente, la primera mujer en lograr tan alto cargo en la República Islámica. Por el camino, se había casado, tenido dos hijos y obtenido un doctorado en Inmunología. También había moderado sus convicciones. Ahora es candidata reformista al Ayuntamiento de Teherán.
"Tenemos los fundamentos de una democracia. Estoy convencida de que la voluntad popular será respetada en las elecciones municipales"
"Es demasiado pronto para hablar de fracaso. Hablaría del mayor reto. En mi opinión, se trata de integrar la democracia y el sistema islámico"
Pregunta. ¿Por qué se presenta a las elecciones municipales?
Respuesta. Es una oportunidad para que los reformistas puedan participar de nuevo en la gestión de los asuntos de la ciudad.
P. En las presidenciales, el electorado les dejó de lado. ¿Por qué van a confiar ahora en ustedes?
R. Hemos adoptado una actitud más práctica. Nuestros candidatos son tecnócratas que tienen experiencia en gestión y planificación municipal, medioambiente o asuntos sociales. Habitualmente la gente llegaba al Gobierno desde el Consejo Municipal. El actual presidente es un ejemplo. Pero en esta ocasión, miembros de los Gabinetes de Jatamí se presentan al Consistorio. Eso significa que los reformistas creen que estas elecciones son cruciales para la democracia en Irán y presentan a sus figuras más destacadas para tratar de cambiar el actual rumbo político.
P. ¿Sirven aún los mismos valores reformistas?
R. La mayoría de aquellos ideales aún son válidos. La gente se ha dado cuenta de que la actual Administración no está cumpliendo sus promesas. Se comprometieron a mantener los precios y no lo han conseguido. Ésa es una de las razones por las que los reformistas podrían ganar de nuevo.
P. ¿Es el sistema lo suficientemente democrático para permitir un regreso de los reformistas?
R. Por supuesto. Si no fuera así, no me hubiera presentado. Confío en que los responsables protejan los votos de la gente, y estoy convencida de que de las urnas saldrá la decisión popular.
P. ¿Y la preselección por el Consejo de Guardianes?
R. No afecta a las municipales. En este caso, la responsabilidad es del Ministerio de Interior y ha aprobado a la mayoría de los candidatos. Es un paso adelante.
P. Sin embargo, el Consejo sí ha vetado sus candidatos a la Asamblea de Expertos. ¿Por qué?
R. Es un asunto complejo que se remonta a elecciones precedentes en las que el Consejo de Guardianes adoptó un enfoque muy estricto. Aunque algún partido reformista, como el Etemad-e Melli de [Mehdi] Karrubi, ha logrado la aprobación de algunos candidatos, es incierto que podamos lograr algún escaño en esa Asamblea y nos preocupa.
P. Está implicada en política desde el inicio de la Revolución Islámica, en 1979. ¿Los valores revolucionarios son todavía válidos?
R. Sí, porque son los pilares de la República Islámica de Irán y han servido para mantener en pie al país a pesar de todas las presiones y dificultades. Además, Irán ha preservado su identidad independiente. Por eso las elecciones son tan importantes. Estamos convencidos de que por este camino se pueden conseguir los valores democráticos a los que aspiramos, a los que la gente joven aspira.
P. ¿Hasta qué punto su insistencia en la energía nuclear tiene que ver con ese objetivo?
R. La energía nuclear es una aspiración que se remonta al régimen anterior. En Irán necesitamos una combinación de energías. Aunque tenemos combustibles fósiles, debemos diversificar y recurrir a otras formas de energía como la nuclear, que tiene elevadas tasas de rendimiento, o la solar. Es un derecho natural de cualquier país.
P. Ha mencionado la independencia de su país como el principal logro de la Revolución. ¿Cuál ha sido su mayor fracaso?
R. Es demasiado pronto para hablar de fracaso. Yo hablaría del mayor reto. En mi opinión se trata de integrar la democracia y el sistema islámico. Tenemos los fundamentos de una democracia. Pero también principios y valores islámicos. Ello exige mantener nuestro enfoque ético. Otro reto es el de la modernidad. Como República Islámica tenemos que ser capaces de satisfacer las expectativas de las nuevas generaciones y las expectativas del mundo moderno. Creemos que el islam tiene esa capacidad. No creo que hayamos fracasado. Al contrario, hay mucha esperanza.
P. En Occidente, en especial en EE UU, es conocida por haber sido la portavoz de los estudiantes que tomaron la Embajada norteamericana. ¿Cómo valora aquella acción tres décadas después?
R. Es difícil hablar de una acción que fue extraordinaria y que ocurrió hace tres décadas. Nos encontrábamos en unas circunstancias muy difíciles. Temíamos que EE UU iba a impulsar un golpe de Estado y que desaparecería la Revolución Islámica. Pero se trató de un hecho único, que no puede repetirse. En aquellas circunstancias creo que estuvo totalmente justificado y que salvó la revolución.
P. ¿Es posible que se reanuden los contactos entre Irak y EE UU?
R. Si los estadounidenses dejan de lado su actitud arrogante, pueden venir a hablar con Irán como iguales y reconocer que Irán es la principal potencia económica, política y cultural de esta región. En asuntos como Irak podría empezar un diálogo porque hay muchos intereses comunes.
P. ¿Y que ofrecería Irán?
R. Promover la paz y la estabilidad en la región, y ayudar a mejorar las condiciones en Irak y otros lugares, incluidos probablemente Líbano y Palestina. Por supuesto, siempre de acuerdo con los deseos de sus habitantes. Irán es muy influyente y puede ayudar mucho a resolver esas crisis.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.