El oficio de escribir a debate

Siete mesas redondas de debate, dos recitales poéticos, cuatro actuaciones, visitas diversas y recepciones oficiales, puntúan la intensa actividad del I Encontro Internacional de Escritores De pedra e de palabra. La convocatoria, a cargo del PEN Clube de Galicia, reúne en Santiago de Compostela a más de 50 escritores de todo el mundo.

Durante los próximos tres días, la capital gallega acogerá a poetas, ensayistas y narradores -los oficios que se esconden tras las iniciales PEN- llegados de 15 países diferentes. El mexicano José Emilio Pacheco, una nutrida representación gallega -entre ellos Méndez Ferrín o Manuel Rivas- la brasileña Nélida Piñón, el cubano Pío E. Serrano, la portuguesa Filipa Leal, la argentina Clara Obligado o el chileno Antonio Skármeta protagonizarán una frondosa agenda de actos que alternará los debates con recitales poéticos y espectáculos relacionados con la creación literaria, del teatro a la música.

Los literatos incluso encontrán tiempo para visitar unas conocidas bodegas vinícolas de denominación Alvariño, con la declarada intención de realizar un "homenaje al vino".

Los lugares de procedencia de los participantes revelan que el encuentro se enfocará, sobre todo, hacia los vínculos entre las diferentes literaturas de origen latino existentes a ambas orillas del océano Atlántico. Los PEN de Portugal, Brasil, Chile, Argentina, Catalunya, España o Perú envían representantes reconocidos. Para la organización gallega del evento, la situación de Galicia, históricamente a medio camino entre el mundo luso y el hispano, resulta una ventaja a la hora de convocar a los escritores. Así, la intención explícita de este primer Encontro De pedra e de palabra consiste en provocar el diálogo y el conocimiento entre las múltiples literaturas latinas del orbe.

"El PEN Club es una especie de ONG de los escritores del mundo", opina el presidente del PEN de Galicia, Luis González Tosar. Las jornadas centrarán las mesas redondas, dos o tres por cada día de encuentro, en temas como la libertad de expresión, los puentes entre el "viejo y el nuevo mundo", la situación de la mujer en la literatura de vanguardia, las nuevas tecnologías, la inmigración o la dicotomía entre el escritor y los medio de comunicación. "Estos asuntos han preocupado al PEN desde su creación", considera Tosar.

"El escritor ya no es un animal solitario al uso de la imagen decimonónica que teníamos de él", explica convencido el presidente el PEN Clube de Galicia. La eterna discusión sobre la posición del intelectual en la sociedad sigue preocupando a la agrupación del PEN. En opinión de González Tosar, "ahora, el escritor tiene un lugar en la sociedad y debe contribuir a la vida común".