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Pontevedra reducirá los árboles para celulosa

El fuego ha dejado una honda huella en el municipio de Pontevedra, donde en los últimos tres meses el Gobierno local ha gestado un plan de carácter pionero en Galicia. Por primera vez se plantean medidas preventivas que afectan a todo el término municipal y que varían en función de las características del terreno. También pretende reducir la masa de pinos y eucaliptos. Bajo el nombre Plan de Prevención e Defensa contra Incendios Forestais, el ejecutivo local formado por BNG y PSdeG pretende impedir que se repita la catástrofe incendiaria que asoló la comunidad autónoma el pasado mes de agosto y que, en el caso de Pontevedra, se llevó por delante 4.656 hectáreas de monte, un 73% de su superficie forestal.

El objetivo es que en el plazo de entre uno y dos años ya esté ejecutada la primera fase de un plan que tiene, entre otras prioridades, corregir una masa forestal conformada en su mayoría por pinos y eucaliptos (68%) y diseñar una vegetación umbría con capacidad para retener la humedad que sirva de freno natural al fuego. El objeto de las subvenciones previstas serán las actuaciones destinadas a diversificar la masa arbórea, la recuperación del bosque autóctono, el tratamiento de la biomasa residual, la conservación y mejora de los cauces fluviales, la reforestación de las zonas quemadas, la puesta en valor de los productos y servicios derivados de los montes, la limpieza de las zonas de protección y actuaciones de silvicultura preventiva.

Como base se ha elaborado un conjunto de planos que definen las zonas de protección ante el riesgo de incendios y con los que se pretende, sobre todo, cortar el paso a las llamas después de que en la oleada del pasado agosto los fuegos que asolaron Pontevedra proviniesen, en gran parte, de territorios limítrofes.

El proyecto cuenta con un presupuesto inicial de 8 millones de euros desglosados en dos partes: por un lado, la puesta en marcha del plan a través de la limpieza y puesta a punto de los montes (4 millones de euros) y, por otro, la sostenibilidad de la actuación que se completará en un período de 15 años, aproximadamente, a través de la incorporación de nuevas especies. En lo que se refiere a la financiación, el concejal de Urbanismo, Cesáreo Mosquera, indicó que el 50% de los fondos deberán provenir de los propietarios del suelo, "ya que genera unas plusvalías que hay que tener en cuenta".

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