La policía localiza siete horas después al niño secuestrado por cinco encapuchados
Los delincuentes asaltaron la vivienda de su padre, un empresario, y se llevaron al menor
La policía trabajaba ayer para detener a las cinco personas que secuestraron a un niño de cuatro años en su domicilio de Begur, una localidad del Baix Empordà (Girona), y que fue localizado sano y salvo por los Mossos siete horas después. Los asaltantes, armados y violentos, irrumpieron en el chalé familiar, en el que se encontraba el padre, un conocido constructor local, con su hijo menor, Marc. Los delincuentes, según los Mossos, tenían intención de robar. No lo consiguieron y retuvieron al menor para asegurarse la huida. Marc fue encontrado aterido en el coche de la familia, que utilizaron para huir.
Los ladrones, de complexión fuerte y con el rostro oculto por capuchas, tenían intención de forzar al empresario a abrir una caja fuerte, pero sus planes se vieron frustrados porque, justo en el momento de irrumpir en la vivienda, Lluís Marqués hablaba por teléfono con su mujer y advirtió a ésta del asalto. El empresario, según confirmaron ayer los mandos policiales, les dijo a los ladrones que no tenía dinero en casa.
Los asaltantes, que ayer por la noche no habían sido localizado, entraron en el chalé poco antes de las ocho de la tarde, tras intentar degollar al perro de la familia, y mantuvieron en todo momento una actitud agresiva e intimidatoria. Los ladrones temían la llegada de la policía y actuaron con un gran nerviosismo y precipitación. Incluso llegaron a rociar al empresario con un aerosol de pimienta que se usa para defensa personal.
La policía, advertida por la esposa del constructor, tuvo conocimiento del asalto a los pocos minutos de producirse. Se activaron más de 30 unidades con el fin de cerrar las principales vías de comunicación de la comarca. Los Mossos d'Esquadra tenían claro que cuanto más tiempo transcurriera sin tener noticias del pequeño, más riesgo existía para su integridad.
A pesar de que el vehículo de los asaltantes, una furgoneta o un todoterreno de color oscuro, no fue localizado en los controles de carretera, una patrulla pudo dar hacia las tres de la madrugada con el coche de uno de los coches de la familia, que utilizaron en la huida. Fue abandonando en un camino rural. Los agentes encontraron al menor sano y salvo en su interior. La policía autonómica era ayer optimista ante la posibilidad de detener a los delincuentes, aunque advirtió de que los acontecimientos se habían sucedido de forma vertiginosa y la investigación se hallaba todavía en su fase inicial.
El padre del pequeño, Lluís Marqués, declaró a la policía que los cinco asaltantes eran jóvenes corpulentos que hablaban en catalán, pero con un acento que delataba su origen magrebí. Marqués aseguró que no ha recibido amenazas de ningún tipo y que no cree en la posibilidad de una venganza relacionada con sus actividades como constructor.
Los Mossos d'Esquadra investigan la posible relación del asalto a la vivienda de Marqués con el atraco sufrido hace tres meses en la oficina comercial de su empresa en Begur, Marqués & Williams. En aquella ocasión, dos encapuchados robaron parte del dinero destinado a las nóminas de los trabajadores tras amenazar y rociar con un aerosol defensivo a una empleada. El modo de operar hace pensar en unos mismos autores que, animados ante el éxito de su primera acción, pudieron decidir atracar el domicilio del propietario de la empresa.
El subjefe de la región policial de Girona de los Mossos d'Esquadra, Xavier Creus, quiso ayer lanzar un mensaje de tranquilidad a la población advirtiendo de que las investigaciones policiales descartan que los asaltantes de Begur intentaran llevar a cabo un secuestro planificado, con un menor como objetivo, para reclamar un rápido rescate a cambio de su liberación. Nada que ver con los llamados secuestros exprés, quiso dejar claro el subjefe de los Mossos.
Reacción improvisada
Más bien, según el mando policial, se trató de una reacción totalmente improvisada, fruto de la tensión de ver desbaratados sus planes de robo y temer la aparición inminente de las fuerzas policiales.
Creus añadió que, en propiedad, no puede hablarse de secuestro, sino de detención ilegal, puesto que no hay constancia de ninguna demanda de rescate. Aunque los asaltantes se llevaron un teléfono móvil de la familia cuando huyeron, no existió contacto posterior alguno entre ésta y los delincuentes.
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