Gana la abstención
Sólo el 12% del alumnado vota en las elecciones de la UPV y hay centros sin representación estudiantil
La abstención fue la vencedora.En las elecciones del alumnado para su representación en el claustro de la Universidad del País Vasco (UPV), celebradas el pasado 23 de noviembre, sólo el 12,57% de los estudiantes acudió a las urnas. Ikasle Abertzaleak (IA), grupo ligado a la izquierda abertzale, volvió a ganar, un año más, con el apoyo del 39,7% de los estudiantes que acudieron a votar, lo que sólo representa un 5% del total de matriculados. La inhibición de los alumnos hace que algunos centros carezcan de representación estudiantil en las juntas, mientras que en otros sólo se presenta IA. ¿A qué se debe la apatía hacia la representación estudiantil? ¿Ese desinterés favorece a IA, cuyo electorado es fiel pero está estancado?
La desinformación es una de las principales causas de la inhibición de los universitarios
Jenifer García, estudiante de Periodismo, señala a la "desinformación" como una de las causas por las que más del 85% del alumnado, entre el que se incluye, no acude a las urnas. Para Igor Ortego, presidente del Consejo de Estudiantes hasta el 2005 como independiente, "los campus viven una campaña continua y la publicidad electoral se diluye entre los carteles". Alberto Cebrián, de Izquierda Universitaria (IU), cree que el tiempo para la campaña es insuficiente. "En sólo una semana pegamos carteles que nadie lee y pasamos sólo cinco minutos por algunas clases. Habría que celebrar debates electorales", afirma.
Ortego responsabiliza además al Rectorado. "Se echa en falta una campaña institucional apoyando el voto, algo que el equipo rectoral prohibió al Consejo de Estudiantes". Cebrián va más allá: "No les conviene que nos movilicemos porque lo hacemos contra iniciativas como el proceso de Bolonia". Iker Aldama, coordinador de Lurgorri, la segunda organización más votada, no comparte esa crítica. "El equipo rectoral nos tiene en cuenta y vicerrectorados como el de Alumnado ayudan en todo momento", sostiene.
Otro obstáculo es que los delegados no siempre cumplen su función. Así lo asegura Jenifer García: "Se presentan sólo por los créditos de libre elección" que se conceden por serlo. Si para ella la solución pasa por controlar su asistencia a las reuniones, Mireia Quintana, estudiante de Publicidad, aboga incluso por "quitar los créditos" a quienes no hagan su trabajo.
La situación es más crítica en Bellas Artes, según la estudiante Inge Rodríguez. "Como no tenemos un grupo fijo, sino asignaturas en las que nos mezclamos, no tenemos delegados". Ortego considera fundamental ese vínculo. "Si la relación es fluida, el alumnado está informado. En Ingenieros la participación supera la media porque la comunicación es constante", asegura.
Las organizaciones políticas, en un momento que no se caracteriza por el compromiso político de los jóvenes, difícilmente movilizan más que a sus simpatizantes. Sin embargo, Iker Aldama, a cuyo grupo se considera próximo, afirma que estas organizaciones "venden una manera de gestión, no unas siglas políticas". Además, cree que a las candidaturas independientes les falta tener "unos objetivos claros". Cebrián, militante comunista, no reniega del carácter político de IU. "Queremos difundir que todo, desde la escasez de autobuses al plan de Bolonia, deriva de decisiones políticas. El apoliticismo no existe; desmovilizar a los estudiantes es también una opción política. Pero no hemos sabido explicarlo y queremos enmendar el error", reflexiona. Además, al representante de IU no le obsesiona ganar las elecciones. "Para nosotros son sólo un medio para transformar el sistema educativo. No caeremos nunca en el populismo de las promesas imposibles o regalar preservativos".
Igor Ortego, en cambio, piensa que los grupos independientes sólidos reactivan el voto. "En Económicas ha subido la participación porque organizan más actividades, como cursos de chino, árabe y japonés y de resolución de conflictos. Cuando un grupo independiente consigue mejoras, la participación aumenta. Además, la politización desmotiva", afirma. Sin embargo, Jenifer García no cree que una opción independiente le animara a votar: "Es difícil confiar en una candidatura apolítica hasta que gane y demuestre que trabaja".
De los 32 centros de la universidad pública, en cuatro -las escuelas de Náutica, las dos de Enfermería y Empresariales de Donostia- no se ha presentado ninguna candidatura o la presentada no ha alcanzado el 5% de participación necesaria para ser legítima. En varias facultades, como Bellas Artes, sólo se ha presentado Ikasle Abertzaleak.
Ortego, Aldama y Cebrián coinciden en que la abstención y la ausencia de candidaturas favorece a Ikasle Abertzaleak. "El que alrededor del 10% del electorado vasco vote a Batasuna hace aventurar que, con una participación mayor, IA no superaría esa cuota. Lo que pasa es que sus simpatizantes votan siempre", sostiene Cebrián. La clave del triunfo de IA está clara para Ortego: "Están muy organizados, tienen una disciplina muy fuerte y un gran apoyo del exterior". Aldama prefiere subrayar que la responsabilidad de ello es del resto de fuerzas, "que no ejercen su derecho de presentar alternativas".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.