Zapatero viaja a Senegal para prevenir la próxima oleada de cayucos
El funcionamiento del dispositivo de vigilancia de las costas está a punto de terminar
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, llegará esta noche a Dakar, la capital de Senegal, para iniciar una visita de menos de 24 horas que tiene por objeto agradecer la ayuda prestada por las autoridades senegalesas durante la crisis migratoria registrada en Canarias el pasado verano y poner los medios para hacer frente a la oleada de cayucos que, previsiblemente, se reanudará en los próximos meses.
Senegal, con 11 millones de habitantes y más de 30.000 inmigrantes ilegales llegados a España desde sus costas en este año, aceptó en septiembre y octubre la repatriación desde Canarias de cerca de 5.000 de sus nacionales. La medida, reforzada por acuerdos de cooperación que han llevado a españoles, senegaleses e italianos a patrullar las aguas del país subsahariano bajo la dirección de la Agencia Europea de Control de Fronteras (Frontex), ha reducido el tráfico marítimo clandestino. En las últimas semanas, en aguas senegalesas no se han interceptado cayucos.
Pero las autoridades españolas y los agentes sobre el terreno saben que esta reducción puede tener mucho de estacional, ya que el estado de la mar en esta zona suele ser malo entre noviembre y febrero. Al dispositivo de Frontex le quedan, por otra parte, pocas semanas de funcionamiento, si no es prorrogado.
Acuerdos no escritos
Todo esto explica el interés de Zapatero por hacer en Senegal, principal punto de origen de la inmigración clandestina hacia España, su primera visita a un país del África subsahariana. El presidente tratará de consolidar los acuerdos vigentes, no escritos, y desarrollar una cooperación que nunca ha sido fácil. Las relaciones entre Madrid y Dakar entraron en crisis el pasado mes de junio, cuando Senegal suspendió temporalmente las repatriaciones porque el primer contingente enviado desde España alegó que había sido maltratado.
Ahora, parece seguir descartado que Zapatero y el presidente senegalés, Abdulaye Wade, que se reunirán esta noche a cenar y mañana para seguir trabajando, vayan a firmar el nuevo convenio sobre migraciones propuesto por España, un acuerdo de los llamados de nueva generación, que asocia la cooperación en materia de inmigración y la cooperación al desarrollo. Hasta aquí, sólo Gambia, país que apenas tiene 500 emigrantes en España, ha aceptado firmarlo. Guinea Conakry y Cabo Verde se ha dicho que están dispuestas a hacerlo.
También Senegal, durante la visita del ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos a Dakar, el pasado 10 de octubre, dijo que firmaría "cuanto antes" el nuevo acuerdo. Pero las autoridades senegalesas siguen diciendo que hay que esperar, porque las repatriaciones les han creado serios problemas políticos. Lo único que hay sobre la mesa es un Memorando of Understanding (MOU), una especie de declaración de intenciones, que tampoco pudo firmarse en octubre y que incluirá la regulación de los cupos de inmigración legal acordados entonces por Moratinos.
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