'Importaciones' de Colombia
Vladimir Poposki es un oftalmólogo macedonio de 38 años y, desde hace cuatro, trabaja en el Hospital del Mar de Barcelona. "Primero estuve un año de becario y, luego, fui contratado", explica. Poposki considera que, para un oftalmólogo, ejercer en Barcelona es un "privilegio" porque esta disciplina tiene un gran arraigo en la ciudad. Además, dice estar sorprendido por la gran cantidad de medios que tiene la sanidad catalana. Lo mismo dice Valeria Pacheco, una médica de familia argentina que llegó a Barcelona hace una década: "En Argentina estaba todo el rato pensando en cómo tenía que ahorrar recursos, procuraba usar lo menos posible los guantes estériles, aquí esto no ocurre".
El 12,2% de los residentes de los centros catalanes ha nacido en otro país
Para contratar a un médico de fuera se tarda entre seis meses y un año
Pacheco y Poposki son dos de los facultativos extranjeros que trabajan en los hospitales públicos y concertados de Cataluña. En poco tiempo, el número de médicos extranjeros se ha disparado. Durante el pasado año, el 34% de los médicos que se colegiaron en la provincia de Barcelona eran inmigrantes, y ya representan el 9% del total de colegiados.
El Instituto Catalán de la Salud (ICS), que gestiona nueve grandes hospitales públicos y la mayoría de los ambulatorios catalanes, emplea en la actualidad a más de 9.400 médicos, de los cuales 125 son extranjeros. Durante el pasado junio, los responsables de recursos humanos del ICS viajaron a Colombia, donde seleccionaron a una veintena de especialistas. Estos facultativos aún no han llegado, ya que sus titulaciones aún tienen que ser convalidadas por el Ministerio de Educación y Ciencia.
"Para contratar a un médico extranjero se tarda entre seis meses y un año", detalla Vanesa Sánchez, responsable de la contratación de médicos extranjeros del Consorcio Hospitalario de Cataluña, que agrupa a los centros sanitarios concertados de titularidad municipal. "En enero empezamos el programa para contratar a médicos suramericanos y en estos momentos tenemos en marcha diez procesos de selección", añade Sánchez. "Buscamos médicos en Colombia, Argentina y Venezuela. Hacemos públicas las ofertas mediante anuncios, y también contactamos con colegios profesionales y universidades. Luego nos desplazamos a cada país, nos entrevistamos con los candidatos, y hacemos el proceso de selección de personal", concreta Sánchez.
Tanto el Departamento de Salud, como los colegios oficiales de médicos y el sindicato corporativo Médicos de Cataluña, creen que faltan facultativos en Cataluña. Este déficit se localiza en las zonas rurales y en determinadas especialidades. Entre ellas, "radiología, anestesia, pediatría y ginecología", explica Juli de Nadal, director del Instituto de Estudios de la Salud.
"Lo que hay que concretar es si realmente faltan médicos en Cataluña o bien si los recursos que tenemos están mal planificados", considera Ramon Padrós, secretario del Colegio de Médicos de Barcelona. Padrós recuerda que "en el área metropolitana de París, donde viven ocho millones de personas, hay 18.000 médicos; mientras que en Cataluña, donde hay 7,5 millones de habitantes, el número de médicos supera los 30.000".
"No es lícito ir a buscar médicos en el extranjero sin saber cuántos médicos ejercen en Cataluña ni haber planificado las necesidades", lamenta Patricio Martínez, dirigente del sindicato de médicos. "Pese a este déficit de facultativos, el Instituto Catalán de la Salud ha decidido jubilar a los profesionales mayores de 65 años. Además, no se cubren la totalidad de las plazas para residentes que se ofertan", añade Martínez.
También se ha incrementado el número de extranjeros que vienen a los hospitales de la provincia de Barcelona a estudiar la especialización. El 12,2% de los residentes que se forman en estos centros son extranjeros. Y este porcentaje aumenta entre las nuevas generaciones. Si entre los residentes de quinto año sólo el 6,5% son extranjeros, en los de primer curso, el porcentaje se eleva al 18,2%, según datos facilitados por el Colegio de Médicos.
Entre ellos se encuentra el argentino Pablo Gelmer, que está cursando la especialidad de traumatología en el Hospital del Mar de Barcelona. Gelmer asegura que, para los médicos inmigrantes, "prepararse el MIR es más difícil". "Tenemos que estudiar y trabajar a la vez para mantener nuestra estancia en España", considera, "en cambio, la mayoría de estudiantes españoles se dedican exclusivamente a prepararse bien el examen".
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