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El presidente iraquí pide ayuda en Teherán al Gobierno iraní para frenar la violencia

El secretario general de la ONU califica la situación en Irak de "casi una guerra civil"

El presidente iraquí, Yalal Talabani (izquierda), saluda a su homólogo iraní, Mahmud Ahmadineyad, ayer en Teherán.
El presidente iraquí, Yalal Talabani (izquierda), saluda a su homólogo iraní, Mahmud Ahmadineyad, ayer en Teherán.AP

El presidente iraquí, Yalal Talabani, pidió ayer a su homólogo iraní, Mahmud Ahmadineyad, "ayuda para acabar con el terrorismo" en Irak, según avanzó a su llegada a la Oficina Presidencial donde se celebró la entrevista. Talabani viajó a Teherán con dos días de retraso debido a la tensión creada por el atentado del jueves en el que murieron 215 personas. Hoy se entrevistará con el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei. El secretario general de la ONU, Kofi Annan, calificó ayer la situación en Irak de "casi una guerra civil".

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"Necesitamos la ayuda de Irán para luchar contra el terrorismo y reestablecer la seguridad y la estabilidad en Irak", manifestó el presidente iraquí. Talabani, que viaja acompañado de cinco de sus ministros y dos miembros de la Asamblea Nacional, había declarado a la televisión antes de salir de Bagdad que sus conversaciones se centrarían en "reforzar las relaciones bilaterales y la seguridad de Irak".

"Facilitaremos toda la ayuda que podamos a nuestros hermanos iraquíes para que restablezcan y refuercen la seguridad en Irak", le respondió Ahmadineyad. El presidente iraní, que teme el efecto dentro de sus fronteras de un eventual colapso de su vecino, ya aseguró a Talabani el año pasado que haría todo lo posible para ayudar a la estabilidad de su país, y volvió a reafirmar su compromiso durante el viaje del primer ministro, Nuri al Maliki, hace dos meses.

Sin embargo, esta nueva visita de Talabani ha despertado una gran expectación porque se produce en un momento en que EE UU se replantea su política en Irak. La Casa Blanca y el Pentágono están en proceso de revisión de la estrategia, igual que el Grupo de Estudios de Irak, formado por republicanos y demócratas y dirigido por el ex secretario de Estado, James Baker. En la fase de debate interno que ahora se abre antes de la entrega de las recomendaciones, prevista para las próximas semanas, el borrador contempla, según The New York Times, un amplio consenso para abrir el diálogo sobre Irak con Irán y Siria. No parece haberlo, en cambio, sobre la conveniencia de establecer un calendario de salida para las tropas, algo a lo que se han opuesto la Casa Blanca y los mandos, así como algunos líderes demócratas. Otros demócratas, y algunos miembros del Grupo, creen que hace falta presionar al Gobierno de Bagdad para que asuma más responsabilidades con el anuncio de que dentro de un año podría haber la mitad de los actuales 140.000 soldados.

El propio Ahmadineyad, deseoso de impulsar el papel regional de su país, invitó a Teherán al presidente sirio, Bachar el Asad, aunque oficialmente no obtuvo respuesta. Algunos analistas temen sin embargo que, sabedor de que EE UU busca su ayuda, Irán pueda tener la tentación de convertir su influencia en el país vecino en una moneda de cambio en un eventual diálogo con su viejo enemigo.

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La visita de Talabani coincide además con renovados esfuerzos diplomáticos de EE UU en la región. El presidente George W. Bush viaja a Jordania el jueves, donde tiene previsto reunirse con Al Maliki, y su vicepresidente, Dick Cheney, se entrevistó con el rey Abdalá de Arabia Saudí el sábado. Este despliegue al más alto nivel da una idea de la preocupación que existe ante la incapacidad para frenar la violencia en Irak.

"Nos las estamos viendo con la hipótesis de tres potenciales guerras civiles en la región, sea entre los palestinos, la de Líbano y la de Irak", advirtió ayer el rey Abdalá de Jordania.

El presidente iraní salió al paso de las críticas de Washington y Londres que acusan a su país de apoyar a las milicias chiíes que alientan la violencia. Para Teherán, el origen del problema iraquí está en la ocupación por las tropas estadounidenses.

En medio de la intensa actividad diplomática de la Casa Blanca, el secretario general de la ONU dijo ayer que Irak está cerca de la guerra civil. "Teniendo en cuenta los acontecimientos, a no ser que se haga algo de manera drástica y urgente para frenar el deterioro, podríamos decir que la situación sería de guerra civil; de hecho, casi estamos ya en esa situación".

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