El Parque Arqueológico de Gavà abre sus puertas el lunes y la entrada será gratuita hasta enero
El centro se alza sobre las minas neolíticas de variscita, de 6.000 años de antigüedad
El Parque Arqueológico de Gavà, un museo de 4.000 metros cuadrados elevado sobre un gran yacimiento de 6.000 años de antigüedad, abrirá sus puertas mañana lunes, después de casi cinco años de obras. Justo debajo esconde unas minas que fueron excavadas entre los años 4000 y 3000 antes de Cristo por los pobladores del lugar, con el fin de extraer variscita, un mineral de color verde que se utilizaba como ornamento en joyas y diversos utensilios. El museo celebrará su apertura permitiendo el acceso libre a las instalaciones hasta el 7 de enero.
Se calcula que en el subsuelo de Gavà hay túneles de una extensión aproximada de 200 hectáreas que fueron excavados en el transcurso de 1.000 años con la ayuda de piedras y huesos. El yacimiento es la explotación minera más antigua conocida hasta ahora en Europa y una fuente de información de cómo era la vida en el neolítico. Al finalizar la extracción del mineral, las cuevas se utilizaron como cementerio y, posteriormente, como vertedero, lo que ha posibilitado el hallazgo de numerosos objetos a partir de los cuales se ha extraído información. El Museo Arqueológico que se ha construido sobre las minas tiene como fin colocar el yacimiento en el mapa de los centros de interés científico de Europa, pero sin olvidar su carácter divulgativo, ya que es igualmente accesible para el público familiar. Precisamente, su contenido se ha concebido para conseguir despertar el interés del visitante, buscando su comportamiento activo: lo convierte en arqueólogo para que, a partir de los restos recuperados y de información que se le va facilitando sobre cómo se realiza la investigación científica, pueda llegar a conclusiones sobre todo aquello que envolvía el mundo del neolítico.
Las minas de Gavà se descubrieron en 1978, cuando una excavadora se hundió en una de las cavidades. En los últimos años el yacimiento era visitable. Sin embargo, sólo una valla metálica protegía la zona de acceso. La necesidad de cubrir las minas y asegurar su conservación motivó la idea, hace ya 10 años, de construir un gran edificio en la superficie que explicara el interés del lugar.
El museo ha costado nueve millones de euros, que han aportado el Ayuntamiento de Gavà, la Diputación de Barcelona, el Ministerio de Cultura, la Generalitat y los fondos europeos Feder.
Las instalaciones constan de varias salas. La primera la conforman juegos interactivos. En la siguiente se explica el origen de la variscita. A continuación, a través de elementos de ajuares encontrados en las cuevas, se muestra cómo era la vida en el neolítico. El centro incluye una recreación a escala real de las minas en superficie. El descenso al yacimiento sólo será posible a partir de enero y con cita previa, puesto que se pretende regular el flujo de visitantes con el fin de no dañar el conjunto.
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