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El pulso de Barcelona

Los locales de ocio nocturno de Barcelona dicen que el Ayuntamiento les persigue

Los propietarios de bares musicales, discotecas y salas de conciertos de Barcelona aseguraron ayer que el Ayuntamiento de Barcelona les está persiguiendo. "Nos sentimos acosados por el consistorio, porque sus inspectores están aplicando la legislación de manera arbitraria", denunció ayer Carmen Zapata, de la Asociación de Salas de Conciertos de Cataluña. Los propietarios de las principales discotecas de la ciudad se reunieron ayer, y acordaron iniciar movilizaciones. Entre ellas, que en el último sábado del mes de enero ningún local de ocio nocturno de la ciudad abra sus puertas.

"El Ayuntamiento asedia a las discotecas y a las salas de fiesta y no hace nada contra los after hours, que son ilegales; o contra aquellos locales que no tienen licencia", lamentó Roberto Galván, del gremio de salas de fiesta. "Estas inspecciones son arbitrarias. Por ejemplo, las mediciones de ruido se hacen con las puertas de los locales abiertas", añadió Zapata.

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El sector también considera que, con la entrada en vigor de la ley antitabaco, muchos locales de más de 100 metros cuadrados han optado por no hacer obras para crear una sala de fumadores aislada. En consecuencia, en todo el local el humo está prohibido, por lo que los clientes tienen que salir a la calle a fumar. "A los locales no se nos puede pedir que controlemos lo que pasa a 50 metros del establecimiento", indicó Zapata.

Entre los locales que han tenido que cerrar, destaca la sala Cibeles, situada en la calle de Còrcega, y La Paloma, en el Raval. Ambas discotecas pertenecen a la misma empresa. Su gerente, Mercedes March, indicó ayer que los locales nocturnos de Barcelona "sufren una auténtica caza de brujas. En 2003 se hicieron obras para insonorizar La Paloma, y también se han aplicado otras medidas: poner más porteros e incluso contratar a mimos que instan a los clientes que están en la calle a no hacer ruido".

Un portavoz municipal consideró que las críticas de los propietarios de los locales de ocio nocturno son injustificadas. "El Ayuntamiento no está haciendo más presión de la habitual contra estos establecimientos. El número de inspecciones es ahora el mismo que hace un mes", expresó.

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El Ayuntamiento también informó ayer de que, en los nueve primeros meses del año, un total de 166 locales nocturnos han tenido que cerrar temporalmente sus puertas para adaptarse a las recomendaciones hechas por los inspectores. "La mayoría de los locales abren de nuevo porque después del cierre adaptan los locales a la norma", indicó el portavoz municipal.

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