Los cacos argentinos burlan a los escoltas de una hija de Bush
A Barbara le robaron un móvil y varias tarjetas de crédito cuando cenaba en Buenos Aires
Los cacos argentinos han demostrado de un solo golpe dos cosas: que tratan a todos los visitantes por igual y que son capaces de burlar al mismísimo servicio secreto estadounidense. El pasado domingo por la noche sustrajeron la cartera de Barbara Bush, de 24 años, hija del presidente de Estados Unidos, cuando se encontraba cenando en un restaurante del barrio porteño de San Telmo.
Un teléfono móvil y varias tarjetas de crédito constituyeron el botín del robo, del que no se ha presentado denuncia alguna y sobre el que la Embajada de Estados Unidos en Buenos Aires decidió guardar silencio. La joven habría dejado por un momento descuidadas sus cosas mientras cenaba, momento que fue aprovechado por los ladrones. La zona donde se produjo el robo es un popular barrio de la capital argentina con numerosos restaurantes y espectáculos de tango y donde se aconseja seguir unas mínimas reglas de prudencia, entre otras, disfrutar de la comida sin perder de vista la cartera. Barbara Bush llevaba 20 días de incógnito por Argentina tanto es así que la visita no se había notificado a las autoridades del país ni se había solicitado ningún tipo de custodia especial. Bárbara estaba protegida por una discreta escolta, tan discreta que ni los ladrones la vieron.
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