El Gobierno pide un teléfono de tres dígitos para asistencia a maltratadas

El tripartito ha presentado en el Parlamento de Vitoria una proposición no de ley en la que insta al Ejecutivo central a asignar un número de tres dígitos, como el que funciona para emergencias (112), al servicio de atención telefónica a mujeres maltratadas, de forma que resulte más sencillo de recordar y usar que el actual (900 840 111). En sus nueve primeros meses de funcionamiento, el servicio puesto en marcha por el Departamento de Asuntos Sociales ha atendido 768 llamadas, la mitad realizadas directamente por víctimas.

El consejero de Asuntos Sociales, Javier Madrazo, sostuvo ayer que el número asignado al servicio de atención telefónica a las mujeres víctimas de maltrato o agresiones sexuales resulta difícil de recordar, especialmente en las situaciones de nerviosismo y tensión en las que es necesario utilizarlo en muchas ocasiones. Madrazo consideró, por esta razón, que es muy importante simplificar ese número y reducirlo a tres dígitos, mucho más sencillo de memorizar. La petición al Gobierno central incluye que el número sea implantado en toda España, para facilitar su utilización a las víctimas.

En los nueve primeros meses de funcionamiento del servicio en el País Vasco han sido atendidas un total de 768 llamadas, que representan "la punta del iceberg", en palabras de Madrazo, del problema de la violencia contra las mujeres. "Hay muchas mujeres que están padeciendo el maltrato en el anonimato de su hogar, en el aislamiento más terrible y profundo, y hay que ayudar a estas mujeres a que rompan el manto de silencio que existe sobre ellas impuesto por el maltratador", resumió.

Nueve de cada 10 llamadas son realizadas por mujeres. Los hombres que han recurrido al servicio lo han hecho mayoritariamente para mostrar su preocupación por un caso de maltrato en su entorno, aunque también se han registrado quejas por la carencia de un servicio similar para hombres.

La mitad de las llamadas han sido hechas directamente por víctimas de maltrato o agresión sexual. Una cuarta parte han sido realizadas por personas interesadas en recibir infomación que no sufrían una situación de maltrato. El resto se reparte entre familiares de víctimas (13%), amigos (5%), compañeros de trabajo (4%) y profesionales de asistencia a mujeres maltratadas.

Casi tres cuartas partes de las consultas están relacionadas con situaciones de maltrato o agresión sexual, en sus distintas fases: desde la mujer que sólo quiere desahogarse a la que ya ha emprendido acciones judiciales y busca un apoyo para seguir adelante. Un 28% de las llamadas solicita información y apoyo en cuestiones relacionadas con la autonomía de la mujer.

Siete de cada diez gestiones procedían de Vizcaya. Desde Guipúzcoa telefoneó casi el 13% del total y desde Álava, el 7%. El resto fueron realizadas desde fuera del País Vasco, fundamentalmente desde Cantabria. Los agresores de las mujeres que llamaron eran en casi la mitad de los casos sus maridos. En el 8,5% de las situaciones el maltrato fue causado por los hijos.