'Pasen' y supervisen el trabajo de sus hijos

"Lo primero que pensé cuando vi el programa fue que podía ser una herramienta fundamental para estar en contacto con el centro", afirma Rafael Rodríguez, padre de dos alumnos de diez y tres años del colegio de educación Infantil y Primaria Menéndez Pelayo, en Valverde del Camino (Huelva), uno de los centros con más experiencia de Andalucía en el uso de esta plataforma electrónica. Rafael es trabajador de la Diputación de Huelva y tiene que desplazarse todos los días fuera de Valverde. "En Pasen veo lo boletines de notas, las tareas, los controles, y entablo tutorías con los profesores a través del correo electrónico". Y es esto último lo que más valora Rodríguez de Pasen. "Usando el ordenador mantengo un contacto más rápido y fluido con los maestros. Me hacen y les hago observaciones sobre el día a día de mis hijos".

También desde el salón de su casa Rodríguez puede seguir la evolución de sus hijos: "A mí no me gusta llamarlo un sistema de control. Creo que es una herramienta de seguimiento que fomenta el diálogo con los hijos. Si observo algo que me llame la atención en la plataforma y que concierne a mi hijo, no me quedo sin hacer nada, nos sentamos y hablamos". En este sentido, Rodríguez está convencido de que Pasen es un elemento muy bueno para mejorar el rendimiento escolar de los alumnos, "porque a los padres, al saber uno cómo van casi al momento, les es más fácil echarles una mano si es necesario".

Los profesores como Juan Mora, tutor de 6ºA en el centro de Valverde, reconocen la valía del programa pero buscan en él un uso equilibrado, especialmente en cuanto a las tutorías con los padres: "Es un complemento bastante bueno para hacer el seguimiento del alumno y mostrárselo a los padres. Pero el contacto directo con los ellos no se puede sustituir. Si se presenta algún problema importante, como un bajón de rendimiento o un mal comportamiento, lo mejor es explicárselo en persona", comenta. Algo en lo que Rafael está de acuerdo: "Al igual que el diálogo mejora con los hijos gracias a la plataforma, lo mismo ocurre entre los padres y los profesores". Sólo un pero pone Rafael a Pasen, y es que, en su opinión, los maestros no siempre tienen tiempo de actualizar los contenidos de la plataforma o "responder a todos los correos que los padres y madres envían".

En cuanto a otros sistemas de control, como los teléfonos móviles de los alumnos, este padre no es demasiado partidario de su uso. "Los móviles deben apagarse en los centros. Si ocurre algo es la escuela la que debe llamar a los padres. Otra cosa es que, en el camino de ida o vuelta los chavales lo lleven" ¿Y las cámaras de vigilancia en el interior de los centros? "No creo que los profesores se sintieran muy cómodos. En todo caso, prefiero que estén en el perímetro y no dentro".

Y los alumnos ¿no se sienten agobiados con tanto seguimiento paterno? "Por el momento, mis hijos no se han quejado, pero reconozco que todavía son pequeños y no protestan. Espero que tengan una adolescencia igual de tranquila", sonríe Rafael.

Tampoco a los alumnos de 6ºA del colegio, si se les pregunta, parece preocuparles todavía el estrecho conocimiento que sus padres pueden tener de su día a día en el pupitre. Sus respuestas suelen ser un encogerse de hombros. Daniel y Ana, de 11 años cada uno, explican que usan Pasen básicamente para mirar las notas y escribir comentarios en la página de la clase. También es posible comunicarse con los profesores (no entre alumnos) a través de correos electrónicos. "Pero yo prefiero hablar con los maestros directamente", dice tajante Ana.