Enfermeras, cambio de turno

"El primer problema es que estamos muy por debajo de la media europea en número de enfermeras. En Europa hay 8,2 profesionales por cada 1.000 habitantes, mientras que en Cataluña son 5,4". Mariona Creus, presidenta del Colegio Oficial de Enfermería de Barcelona, empieza así su análisis. La profesión tiene problemas. Y no es una novedad.

Ahora se ha puesto en marcha un nuevo mecanismo. El pasado 2 de octubre se constituyó el Consejo de la Profesión Enfermera de Cataluña, un órgano que deberá reflexionar y proponer medidas para reordenar y mejorar la calidad de esta profesión. "La enfermera ha sido la gran olvidada en el sistema sanitario y quiere ser visible", asegura Marisa Jiménez, vicepresidenta del consejo. Ahora afronta nuevos retos.

Uno de los debates del organismo versará sobre cómo ampliar las competencias del gremio. "Las enfermeras y enfermeros españoles tienen un nivel elevadísimo de formación, pero no se están aprovechando al cien por cien. Deben tener más autonomía profesional", afirma el director del Instituto Catalán de la Salud (ICS), Raimon Belenes.

El debate radica en permitir que el personal de enfermería pueda prescribir determinados fármacos. Pese a que la nueva Ley del Medicamento aprobada por el Ministerio de Sanidad no prevé hoy por hoy esta posibilidad, sí apunta su estudio en el plazo de un año.

La consejera de Salud en funciones, Marina Geli, se ha manifestado a favor de esta iniciativa. El Colegio de Médicos de Barcelona, también. "Si está bien protocolarizado y existe un trabajo en grupo, no tiene por qué haber problemas", afirma el secretario del colegio, Jaume Padrós.

"Nuestra propuesta es hacer un catálogo de todos aquellos medicamentos que necesitamos prescribir y, a partir de ahí, hacerlo de una forma legal. Ello permitiría agilizar la atención al paciente", explica Creus. Y da tres ejemplos que deberían estar en la lista: pañales, pomadas y antiinflamatorios.

Un estudio realizado por el Colegio de Enfermería en 2004 con una muestra de 2.122 profesionales refleja que el 85% se consideran capacitados para asumir mayores responsabilidades y casi el 30% dicen estar en una situación contractual precaria.

Los salarios y la presión asistencial son dos de los aspectos que denuncian los sindicatos. "Las plantillas no han aumentado en 10 años. Además, hay fuga de enfermeras hacia otros países de Europa donde se ofrecen mejores condiciones laborales", asegura Assumpció Vilarnau, secretaria autonómica del sindicato SATSE. La oficina internacional del Colegio de Enfermería recibió entre 2005 y 2006 un total de 217 profesionales que gestionaron sus papeles para marcharse a trabajar al extranjero. El colegio también ha observado la llegada de profesionales de América Latina. El director del ICS cree que hay algo de mito en torno a la fuga de enfermeras hacia Europa y que las cifras son "exageradas".

Otro de los problemas es el envejecimiento de la plantilla y los turnos de noche que se ven obligadas a afrontar las enfermeras de más edad. En Estados Unidos, por ejemplo, el 60% de las enfermeras trabajan media jornada.

El SATSE propone fórmulas como las jubilaciones parciales o totales. "El reto es rejuvenecer las plantillas sin perder talento. Nos preocupa particularmente la situación de las plantillas de los hospitales con enfermeras que trabajan en el turno de noche", dice Belenes, quien asegura que el ICS -responsable del 82% de la atención primaria en Cataluña y del 40% de la hospitalaria- ha aumentado su plantilla en 3.000 personas en los últimos tres años, de las cuales 900 son enfermeras.

La secretaria del SATSE confía en que el nuevo consejo, un órgano permanente de discusión, llegue a conclusiones que después ponga en práctica el Departamento de Salud. Mientras tanto, las enfermeras continuarán al pie del cañón.