El relevo presidencial en México se celebrará en el Palacio Legislativo, pese al boicoteo de Obrador

El presidente electo de México, Felipe Calderón, del conservador PAN (Partido Acción Nacional), tomará posesión de su cargo el próximo 1 de diciembre en el Palacio Legislativo de San Lázaro, según anunció ayer la Cámara de Diputados. La Cámara salía así al paso de las amenazas de la oposición, liderada por el candidato perdedor de las elecciones presidenciales del 2 de julio, Andrés Manuel López Obrador, del izquierdista PRD (Partido de la Revolución Democrática).

López Obrador había anunciado su boicoteo a los actos de relevo presidencial después de autoproclamarse "presidente legítimo" de México y tras convocar a sus partidarios a un acto masivo en la plaza del Zócalo de la capital mexicana el próximo día 20, para su "toma de posesión".

López Obrador, que perdió las elecciones por un estrecho margen de votos, nunca reconoció a su rival, Felipe Calderón, al considerar que se había producido un fraude masivo en el recuento de sufragios. Ayer, al ratificar que el relevo presidencial se celebrará en sesión del Congreso General el 1 de diciembre, el presidente de la Cámara de Diputados confirmó que el presidente saliente, Vicente Fox, acudirá a entregar la banda presidencial a su sucesor, como establecen las normas y la tradición mexicana.

Ante las amenazas de boicoteo por parte de López Obrador, y en previsión de graves incidentes, se había barajado la posibilidad de celebrar el acto en otra sede, tal como ocurriera el pasado 1 de septiembre, cuando las mismas fuerzas opositoras impidieron que el presidente, Vicente Fox, pronunciara en el Congreso su tradicional discurso sobre el estado de la nación. El acto fue suspendido ante los incidentes provocados por los diputados perredistas y el presidente tuvo que dirigirse al país por televisión.

La idea del boicoteo domina en el PRD, cuyo portavoz, Gerardo Fernández Noroña, dijo ayer que desistir no es una buena opción, informa Antonio O. Ávila. "Tenemos que ser fieles y consecuentes con los millones de mexicanos que están esperando algo, para nosotros sería mucho más grave dejar que [Calderón] tomara protesta [jurara el cargo], porque la gente pensaría que ya nos vendimos, pensaría que ya negociamos no sé qué cosa, no vamos a defraudar a la gente".