_
_
_
_
Reportaje:

Fotos de la persona, no del personaje

El MNAC dedica una retrospectiva a la obra de Humberto Rivas, fotógrafo argentino afincado en Barcelona

El fotógrafo Humberto Rivas (Buenos Aires, 1937) siente auténtica debilidad por el retrato. Desde sus inicios, Rivas ha contactado en la calle a todo tipo de personas que, por alguna u otra razón, despertaban su curiosidad creativa y los ha invitado a su estudio para librar con ellos una curiosa batalla entre esencia y apariencia. "Hacer un buen retrato es vencer la guerra que se entabla entre el fotógrafo y el modelo. Todos queremos mostrar una determinada imagen de nosotros mismos, y yo no busco fotografiar al personaje, sino a la persona", afirma. El Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) dedica hasta el 18 de febrero una retrospectiva a Rivas, premio Nacional de Fotografía en 1997.

"Me interesa que las fotografias hablen por sí mismas, que se escuche lo que son"

Humberto Rivas. El fotógrafo del silencio, como se ha titulado la exhibición, reúne 72 fotografías que a decir de su comisario, David Balsells, tratan de ofrecer una síntesis representativa de la producción del autor, que en 1976 escapó de la violencia siniestra de su país natal para afincarse en Barcelona, ciudad donde reside desde entonces. Junto al retrato, el otro pilar de la muestra lo constituye el paisaje, el otro gran tema de Rivas. El deseo de mostrar los efectos del paso del tiempo marca el nexo de unión entre uno y otro. Sea a través de las arrugas que surcan la frente de una anciana o escarbando en la plástica decrepitud de un edificio abandonado. Ambas líneas temáticas están hermanadas por una misma inquietud artística. "Me interesa que las fotografías hablen por sí mismas, que se escuche lo que son. Mi mayor miedo es que una imagen no diga nada", explica. De ahí el título que se ha escogido para la exposición, que remite a la voluntad de autorreferencia con el que el fotógrafo aborda su trabajo.

Si se le pregunta dónde está el origen primero de sus imágenes, Rivas abre mucho los dedos pulgar e índice de su mano derecha para abarcar con ellos la frente y uno de sus ojos: el cerebro y la mirada son la cuna de sus fotografías, que de algún modo siempre nacen del enamoramiento hacia el motivo retratado. "Si no gano yo la batalla sé que la fotografía resultante no me va a gustar. Y eso no tiene nada que ver con que la persona retratada salga guapa. A veces a la gente no le gusta cómo ha quedado en la foto".

Humberto Rivas inició su andadura en el mundo del arte de la mano del dibujo y la pintura. Había conseguido ya hacerse un nombre cuando abandonó los pinceles para dedicarse en exclusiva a la fotografía. Al establecerse en Barcelona, su trabajo se convirtió en un referente para los creadores locales. El fotógrafo, que cuando recibió el Premio Nacional de Fotografía reivindicó la consideración de fotografía como una disciplina artística más, considera que en los 30 años transcurridos desde su llegada han mejorado algunas cosas. Pero queda camino por recorrer. "Hemos avanzado algo, pero mucha gente aún cree que las fotografías las hace un aparato", lamenta.

Rivas, que ha donado al museo barcelonés medio centenar de las imágenes expuestas, trabaja actualmente en un proyecto destinado a consignar los vestigios de la Guerra Civil en Cataluña. Paredes mordidas por la metralla, búnkeres olvidados en paisajes fantasmales, supervivientes de la contienda, son ahora su centro de atención. El museo muestra una parte de este trabajo, esencialmente inédito hasta ahora, que próximamente será objeto de una gran exposición itinerante organizada por la Generalitat. "He estado trabajando cuatro años en este proyecto, y todavía va a crecer un poco más. Hay lugares en los que parece como si la guerra hubiera acabado ayer", constata Rivas, agradecido por conservar "la capacidad de disfrutar" del arte al que ha consagrado su vida.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_