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El recibo del agua se incrementará el 30% de media hasta 2010

El aumento se destinará a reducir el impacto ambiental que causa el suministro

El recibo del agua subirá el 30% durante los próximos tres años ya que, como reza la directiva marco del agua de la Unión Europea, los usuarios tendrán que asumir los costes ambientales de este suministro. El Ministerio de Medio Ambiente recuerda que en España el agua, un bien escaso, es más barata que en otros países europeos. Un metro cúbico cuesta algo más de un euro, 3,5 veces menos que en Francia y cuatro menos que en Dinamarca.

Los catalanes pagaron en 2003 una media de 1,18 euros por metro cúbico de agua, y los barceloneses, 1,31 euros. Durante el pasado año, la tarifa por metro cúbico de agua (sin incluir el IVA, el canon del agua y otros impuestos municipales) se situó en 0,88 euros por metro cúbico, siempre y cuando el consumo no supere los seis metros cúbicos diarios.

Estas cantidades subirán durante los próximos años. La razón es que la Unión Europea (UE) exigirá en 2015 que el consumo de agua sea sostenible. Es decir, que la extracción, el almacenamiento, el tratamiento y la distribución de las aguas sean respetuosos con el medio ambiente. "El precio actual del agua no cubre estos costes, que cada vez nos afectan más", y tampoco sirve para "garantizar los requisitos de calidad del agua" que exige Bruselas, precisó Josefina Maeztu, asesora del Ministerio de Medio Ambiente, durante unas jornadas sobre economía del agua que ayer se celebraron en el World Trade Centre de Barcelona.

Es la llamada nueva cultura del agua. Un planteamiento que, como explicó Carlos Mario Gómez, profesor de la Universidad de Alcalá de Henares, pretende "compatibilizar el progreso económico con la mejora y el mantenimiento de los ecosistemas hidráulicos". Gómez destacó la importancia de tener presentes los costes ambientales que origina el suministro de agua, ya que la directiva europea dice que hay que adoptar "medidas para que la extracción tenga el mínimo impacto ambiental", precisó.

El nuevo enfoque de la UE también pone énfasis en la recuperación de los costes. En consecuencia, quiere evitar que las administraciones subvencionen de manera indiscriminada el recibo del agua y que sólo destinen dinero público a determinadas actuaciones de interés general.

La solución no es nada fácil. "El consumo de agua sólo puede disminuir si sube el precio, pero el dilema es: ¿cómo hay que incrementar el precio sin que el ciudadano se rebele?", afirmó Antoni Sala, gerente de Aguas Ter Llobregat.

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