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Reportaje:ESCÁNDALOS URBANÍSTICOS

Los 10.000 ilegales de Llíria

El alcalde de la localidad del Camp de Túria no sabe cuántos chalés irregulares hay

Ignacio Zafra

Si uno quiere encontrar casas ilegales, el lugar indicado es Llíria. El número que proporcionan algunas fuentes ronda las 10.000. Aunque podrían ser menos. O muchas más. El alcalde, Manuel Izquierdo, del PP, rechaza que el número sea tan alto, pero en un alarde de sinceridad da la medida del descontrol urbanístico en el municipio: "Podría decirte que hay 3.000, pero no te lo voy a decir porque no lo sé". Y su concejal de Urbanismo, Remedios Mazzolari, después de negar que haya 10.000 casas ilegales, y de reconocer que ignora cuántas hay en realidad, afirma: "Es que una cosa es casa ilegal, otra cosa, alegal, y otra, irregular. No es lo mismo".

La proliferación de viviendas ilegales en Llíria viene de antiguo. Ya a principios de los años 80, un informe de la Diputación lo ponía como ejemplo de crecimiento al margen de la ordenación. Y la cosa, desde entonces, no ha hecho más que empeorar.Un dato: Llíria tiene unos 40 núcleos de viviendas construidos ilegalmente a los que en 1994 el Ayuntamiento cambió la calificación del suelo a urbanizable en un intento por regularizarlos.

En el interior de un cámping ha crecido toda una urbanización con un centenar de casas "móviles". Hay quien vive en ellas hace 11 años

Doce años después, la mayoría de esas urbanizaciones carece de lo que comúnmente se entiende por urbanización: Las calles no están asfaltadas; no hay aceras; ni farolas; ni señales de tráfico; ni redes de alcantarillado. Y cuando las hay, en la mayoría de los casos, no conducen a ningún colector. Alguno de los núcleos tiene problemas con el agua corriente y con la luz, aunque eso es poco frecuente. Tradicionalmente, afirma una fuente, las compañías suministradoras no dejaban escapar a un cliente rentable, por sospechoso que pareciera.

La ley obliga a que una zona sea urbanizada antes de edificar las viviendas. O, en todo caso, que ambas obras se realicen simultáneamente. La concejala Mazzorali asegura que el Ayuntamiento trabaja, desde 1994, en la creación de la red de colectores. Y evita pronunciarse sobre el resto de elementos -el asfalto, las aceras, la iluminación...- que suelen acompañar una urbanización. Lo sorprendente, en todo caso, no es tanto que haya casas de hace 30 años en esa situación. Lo raro es que no se ha parado de construir: Hace unos días, Inma, de 32 años, tendía la ropa en la terraza de su casa -un chalé nuevo, de dos pisos, unos 200 metros cuadrados, con jardín y piscina- en el que entró a vivir en Pascua por el razonable precio de 210.000 euros. Detrás de su verja, en vez de una calle, había un camino convertido en un lodazal.

El término municipal de Llíria es enorme (228 kilómetros cuadrados) y hay en él un número indeterminado, y alto, de chalés construidos sobre suelo rústico. Si desde la carretera que va a Olocau se gira a la izquierda, se atraviesa un laberinto de calles de tierra, la mayoría sin nombre a la vista, y se tiene paciencia, se acaba llegando a Dugarref. Que es el nombre de un grupo de casas construidas sobre suelo protegido y de un cámping muy peculiar, porque en su interior ha crecido una auténtica urbanización.

En el cámping Dugarref hay más de un centenar de casas y, aparentemente, ninguna tienda de campaña. Son de hierro, madera, cemento, y sus habitantes pagan un alquiler a los dueños del cámping por tenerlas allí. Conrado Carbonell, uno de los encargados, defiende la legalidad del negocio: "Todas las casas que hay aquí, aunque sean casas, son prefabricadas, son móviles. El Ayuntamiento me puede decir misa, mientras yo no ponga cemento en el suelo".

En el recinto, acepta Conrado, hay quien vive en casas hechas con cemento. Pero matiza: "Digamos que son bloques lucidos con cemento. Pero la casa no está fijada en el suelo con cemento. Está puesto el bloque y la casa apoyada. En el supuesto de que un cliente se marche del cámping, él se lleva la casa y luego yo le doy mazazos al bloque. Es decir, no hay edificaciones".

El decreto de la Generalitat que regula este tipo de establecimientos dice: "Se entiende por cámping el espacio de terreno debidamente delimitado" para "su ocupación temporal por personas que pretendan hacer vida al aire libre con fines vacacionales y turísticos...". Dugarref abrió hace 13 años y hay quien lleva viviendo en él desde hace 11. ¿Una "ocupación" vacacional demasiado larga? Puede ser, pero esto es Llíria, y las cosas funcionan así.

LLÍRIA

Gobierno: PP

Habitantes: 20.224

Casas ilegales: 10.000

Zona: Camp de Túria

Años de construcción: 1960 a 2006

Red de saneamiento: No

Recogida de basura: Sí

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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