Los tratamientos de fecundación fracasan más en las fumadoras

Fumar puede ser un anticonceptivo involuntario entre aquellas mujeres que se someten a tratamientos de fecundación asistida. Un estudio realizado por las clínicas del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) ha detectado que las mujeres que consumen más de 10 cigarrillos al día tienen una tasa de éxito en el primer tratamiento del 34,1%, frente al 52,2% de embarazos (un 53% más) entre las que fuman menos.

El estudio, que publicó ayer la revista Human Reproduction, se basa en los resultados de las diversas clínicas del IVI (pese a su nombre, se trata de una cadena con sedes en diferentes ciudades y países), y ha sido dirigido por el director del centro de Lisboa. Para obtener los resultados se comparó la tasa de éxito -medido como embarazos logrados la primera vez que la mujer se sometía a un proceso de fecundación asistida- entre 741 fumadoras ligeras (que consumían menos de 10 cigarrillos al día) y 44 fumadoras que consumían más.

La razón de la diferencia se debe al efecto del tabaco sobre la pared del útero. Igual que ocurre con otras mucosas o con la piel, los componentes del tabaco afectan a estos tejidos, lo que dificulta que el embrión obtenido en el laboratorio arraigue y se desarrolle. Esto podría ser también una de las causas que explique la diferencia de las tasas de fertilidad entre las mujeres que fuman y las que no cuando intentan quedarse embarazadas por medios naturales.

Para poder establecer más claramente la relación entre consumo de tabaco de la mujer y tasa de éxito de la técnica, se siguieron sólo casos en los que ni el donante de esperma ni la donante de óvulo fueran fumadores. En todos los casos los óvulos eran de donantes ajenas a la madre. El número de embriones transferidos fue en todos los casos de entre uno y tres. La tasa de éxito entre las que fumaban poco es tres puntos menos que en las no fumadoras.

Más mellizos

La sorpresa del estudio ha sido, sin embargo, que en el caso de las fumadoras que lograron quedarse embarazadas, fue mayor el porcentaje de partos múltiples. El director del estudio, Sérgio Soares, admitió que ello podría parecer una contradicción, aunque explicó que era posible que los componentes del tabaco tuvieran un inicial efecto de barrera, pero que, si por otros factores, la mujer tenía tendencia a quedarse embarazada, las alteraciones actuaran en su contra y facilitaran que arraigara más de un embrión. Pero incluso en este último caso debe considerarse que fumar es negativo y perjudicial para la mujer y su futuro hijo, ya que los embarazos múltiples son siempre un factor de riesgo para ambos.

Los investigadores no pudieron precisar cuál de los centenares de sustancias que se inhalan al fumar puede ser la causa de este efecto anticonceptivo del tabaco.

"Nuestro estudio es sólo el primero que aborda la relación entre tabaco y fecundación asistida, pero deja claro que debemos aconsejar a nuestras pacientes que si quieren quedarse embarazadas, sea por el método que sea, lo primero que tienen que hacer es dejar de fumar", dijo Soares.