El juego de transparencia y visibilidad de Gego

Original, innovadora e inclasificable, Gego es una de las artistas suramericanas más relevantes de la segunda mitad del siglo XX. Con el objetivo de difundir su obra, poco conocida en Europa, el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba) le dedica, hasta el próximo 14 de enero, una exposición antológica formada por un centenar de sus obras, entre dibujos y esculturas, que posteriormente se presentará en el Museo Serralves de Oporto (Portugal). Su título, Desafiando estructuras, resume el anhelo de la artista hacia formas inéditas, "nuevas expresiones de lo visible, que recogen la idea de Paul Klee de crear espacios psíquicos, situados entre la transparencia y la visibilidad", en palabras de Manuel Borja-Villel, director del Macba y comisario de la exposición junto con Bartomeu Marí.

Figura emblemática del "arte subalterno", Gertrud Goldschmidt, nacida en Hamburgo en 1912, asumió el nombre de Gego cuando llegó a Venezuela, en 1939, huyendo del nazismo. Según Iris Peruga, especialista en su obra, "Gego tuvo, ya desde joven, la rara sabiduría de aceptar lo que la vida le daba: lugares, personas, cosas". Sin embargo, su capacidad de amoldarse a las situaciones no se trasladó a su obra, ajena tanto al realismo mágico y onírico característico del arte latinoamericano como al arte abstracto y cinético, y al constructivismo de raíz europea. "Es una obra introspectiva y poética, que nada tiene que ver con el ansia de expansión y de imponer nuevas formas de la utopía moderna", explica Borja-Villel.

Acercamiento al arte

Arquitecta e ingeniera de formación, Gego se acercó al arte cuando ya había cumplido los 40 años a raíz de su segundo matrimonio, con el pintor y escultor de origen lituano-alemán Gerd Leufert. En 1953, se mudaron a Tarma, cercano a Caracas, donde la artista pintó numerosos paisajes de corte expresionista, estilo que pronto abandonó para centrarse en los dibujos de líneas paralelas, que constituyen el embrión de sus obras maduras, configuraciones espaciales de aluminio, aéreas e ingrávidas. Pertenece a este periodo su pieza más emblemática, Reticuláreas, concebida y realizada para el Museo de Bellas Artes de Caracas, un gran entramado de estructuras de alambres, cuyas formas entre geométricas y orgánicas envuelven literalmente al visitante. Ya que la obra no se puede desplazar, para producir la misma sensación en el visitante, el Macba exhibe dos conjuntos, uno de Reticuláreas, esferas y troncos y otro de 13 Chorros, que no se exponían desde 1985.

Gran parte de las obras expuestas pertenecen a la Fundación Gego, creada en 1995 en Caracas por la hija y la nieta de la artista, que posee un fondo de más de 2.500 piezas.