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Reportaje:

El dolor de los superniños arios

Personas seleccionadas por el régimen nazi para "criar" una raza pura se reúnen públicamente en Alemania después de más de 60 años

Un grupo de personas que fueron seleccionadas durante su niñez por el régimen de Adolf Hitler en Alemania a partir de 1935 se reunió por primera vez públicamente en la localidad alemana de Wernigerode el pasado sábado. La asociación nacionalsocialista Lebensborn (Fuente de vida) pretendía destinarles a la "cría sistemática de arios".

Los promotores de la reunión son dos de los niños que pasaron por la asociación, Hans Ullrich Wesch y Folker Heinicke. Su objetivo es llamar la atención sobre el sufrimiento que produjo en personas que crecieron con la vergüenza de haber sido parte involuntaria, y en cierto modo privilegiada en su momento histórico, del monstruoso proyecto eugenésico nacionalsocialista.

Crecieron con la vergüenza de ser parte involuntaria de un proyecto monstruoso

La otra cara de aquel proyecto fue el exterminio de millones de personas catalogadas como "indeseables" o "infrahumanas". Violette Wallenborn, hija de una cantante noruega y un director de coro nazi, afirmó que es necesario reunir "el coraje para explicar nuestra historia en público mientras sigamos con vida".

La asociación registrada Lebensborn fue uno de los proyectos favoritos del jefe de la SS Heinrich Himmler y aspiraba, en los pomposos términos a los que eran adictos los nazis, a favorecer la concepción de niños "de alto valor racial, de preciosa herencia genética germana, de sangre limpia". En resumen, "superhombres arios sin mácula". Para lograrlo, Lebensborn se centró en el descrédito del aborto y en la asistencia a las madres sin medios, mediante la creación de residencias por todo el territorio alemán, muchas de ellas en casas expropiadas a judíos. Allí, las mujeres que cumplieran con los requisitos "raciales" defendidos por la doctrina nacionalsocialista recibían asistencia médica y eran animadas a mantener encuentros con hombres "arios".

El resultado de estos encuentros debía abastecer al Ejército alemán de nuevos miembros con esta suerte de denominación de origen. No se acogía a nadie con antepasados judíos. Dado que la SS destruyó los archivos de la asociación, se desconoce cuántos niños nacieron al amparo de la asociación Lebensborn o cuántos fueron secuestrados en los territorios ocupados por Alemania durante la II Guerra Mundial y puestos en sus manos para la entrega en adopción y posterior "germanización" en el seno de familias "arias" y adeptas del régimen.

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