Los ecologistas censuran a Medio Ambiente por permitir una escollera en Plentzia
El grupo ecologista Txipio Bai ha criticado la "inactividad" del Departamento de Medio Ambiente en la construcción de un paseo peatonal junto a la ría de Plentzia que fue declarado ilegal por el Tribunal Superior. Los ecologistas censuran que no se haya sancionado a la constructora ni que se desmantele en su totalidad la escollera ya construida. Medio Ambiente aduce que la empresa ha dejado la zona "prácticamente como estaba" y que las afecciones son mínimas.
Este caso se remonta a 2004, cuando Txipio Bai interpuso varias denuncias por la construcción de una gran escollera de 140 metros de longitud y más de cinco metros de altura en la zona de El Abanico sin presentar ningún proyecto ni permiso. Medio Ambiente paralizó las obras, pero la constructora, del grupo GSI, siguió con los trabajos hasta su conclusión. Los ecologistas señalan que la escollera, con la que abría un paseo peatonal junto a la ría y ofrecía un acceso a los propietarios, se ejecutó para albergar los 61 chalés previstos en la urbanización y para asegurar su cimentación.
En mayo de 2004, el Superior declaró ilegal el paseo peatonal, al no estar previsto ni en las normas subsidiarias de Plentzia ni en el plan parcial urbanístico de esta zona.
"Medio Ambiente se ha limitado a dictar órdenes de paralización sin poner ningún medio que impidiera la continuación de las obras y sin que iniciara ningún procedimiento sancionador", señala Txipio Bai.
Solución pactada
La consejería llegó a un acuerdo con la empresa en julio de 2005 para rebajar la altura de las escollera, lo que fue recurrido por los ecologistas. Txipio Bai señala que, pese al compromiso de Medio Ambiente de comprobar rápidamente si la constructora había realizado lo pactado, ha transcurrido casi un año hasta que el pasado día 24 realizó una inspección. "Realizaron tres catas y dijeron que la obra estaba bien hecha, pero no portaban ningún instrumento topográfico".
El delegado de Medio Ambiente en Vizcaya, Iñaki Ezkurra, reconoce los retrasos en la inspección, pero señala que este caso no supone "ninguna real amenaza para el medio ambiente". Admite que en esa zona nunca debió construirse una escollera, pero agrega que su eliminación total causaría más afecciones. "Entiendo que los ecologistas quieren preservar esa zona, pero al final, todo ha quedado casi como estaba y la constructora no ha podido hacer jardines para las casas y un paseo peatonal", apunta.
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